La Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval) considera que «se están empezando a ver síntomas de recuperación», con «cierta mejoría» en el sector, aunque «no en todos los subsectores», ya que hay algunos que «continúan en crisis», como la producción de maquinaria y equipo mecánico.
Así lo ha asegurado su presidente, Vicente Lafuente, en una rueda de prensa en la que ha realizado el balance de 2014, año en que la actividad productiva aumentó un 5,1 por ciento, un indicador que se mantiene en positivo desde 2013 y que coloca al sector valenciano 1,7 puntos por encima de la media de producción española, que fue del 3,3 por ciento.
Por sectores, destacó el comportamiento de la fabricación de material de transporte, que aumentó su producción en un 14,2 por ciento, seguido del incremento del 5,7 por ciento en la metalurgia y fabricación de productos metálicos y del 1,7 de la fabricación de material eléctrico, electrónico y óptico.
Las exportaciones del metal aumentaron un 8,1 por ciento y la cifra de negocio alcanzada fue de 8.686 millones de euros, 1.244 millones de euros más que el año anterior, y representa cerca del 35% de todas las exportaciones realizadas en la Comunitat Valenciana.
El sector cerró el año con 168.500 empleos, de ellos 78.400 en la industria del metal, 37.300 en las instalaciones, 34.100 en la venta y reparación del automóvil y 18.700 en el comercio al por mayor del metal.
Respecto a las expectativas del primer semestre de este año, Lafuente ha indicado que «son positivas», al esperarse un incremento de las ventas sectoriales y de las compras de la industria y el comercio, y un crecimiento de la tasa de empleo. Sin embargo, ha matizado que las previsiones de inversión vuelven a caer, «lo que pone de manifiesto la cautela de los empresarios frente a la duración en el tiempo de la mejoría del sector».
Así, ha precisado que «la gente contrata pero aún no tiene claro el invertir en bienes de equipo» y ha recalcado que la confianza de los empresarios se mantiene en un nivel similar al del tercer trimestre de 2014 porque los empresarios son conscientes de que «aún queda crisis por delante» y «la cosa va un poco mejor pero no está solventada».