El luto de la novia, es la nueva novela de la valenciana Vanesa González Villar. El próximo jueves 14 de julio a las 19 horas se presentará ‘El luto de la novia‘ en Castell d’Alaquàs en Pare Guillem, 2, Alaquàs, Valencia.
La sipnosis de “El luto de la novia” es la siguiente:
En ‘El luto de la novia‘ tras la muerte de su abuela, Marta junto a su familia, deben cumplir la última voluntad de María: que sus cenizas descansen a los pies del monumento erigido en memoria del guerrillero español que se encuentra en Santa Cruz de Moya (Cuenca), a cientos de kilómetros de su lugar de residencia, Alicante. Esta petición extraña tanto a Marta como a su hermano Bernabé, su compañero de viaje, porque su abuelo Martín fue precisamente un guardia civil que luchó contra la guerrilla española. Pero no tardarán en encontrar una explicación pues su madre, Manuela, conoce el gran secreto que María se llevó a la tumba.
Existen unas memorias de la abuela que jamás se hicieron públicas pero que tras su fallecimiento, Manuela pide a su hija que vean la luz para que se sepa la verdad, tal como citó María Vega en su último testamento: “En una guerra no hay ni buenos ni malos. Cuando se derrama sangre, la causa por la que se lucha, carece de sentido”.
Marta, entusiasmada con la idea, no tarda en descubrir cada una de las páginas que esconde los secretos de la abuela. Decide viajar hasta el pueblo donde nació su abuela y en donde transcurre toda la trama de la historia, Henarejos (Cuenca). Pero no es un viaje que hace sola, le acompaña su ex novio, Cristian y en el viaje hará más de un descubrimiento: como por ejemplo que sigue muy enamorada de él y que no acierta a comprender por qué fue tan estúpida de dejarlo.
Las memorias de la abuela comienzan en marzo de 1926 día en que llegó al mundo, pero no lo hizo sola, le acompañaba su hermano Manuel. Y ahí es dónde se descubre el primer secreto y el mejor guardado: que María tenía un hermano. Pero ¿qué triste historia se esconde detrás de Manuel para que se oculte su existencia?.
María, junto a su hermano Manuel vivieron una infancia muy feliz pese a las inclemencias de la guerra. Vivían en un rento con sus padres y pese a que la vida era dura en el monte, no faltaban las fiestas de vecindad y cualquier motivo era bueno para una celebración.
En aquella época allá por 1948 la mayoría de la guerrilla española que había sobrevivido a la guerra y seguía luchando por su causa: la libertad del pueblo, se escondía por los montes de la serranía baja de Cuenca. Y precisamente, el rento de Peña Cortada – Henarejos (Cuenca), donde vivía María con su familia fue uno de los lugares más asediados.
De un tiempo a esta parte María viene observando a Manuel, que tras la muerte de su primo Eulogio, no para de hablar de política y su comportamiento es muy raro. María adora a su hermano pero tiene un mal presentimiento y pronto descubrirá el por qué.
En una de las verbenas que tienen en el rento en el que en aquella época vivían aproximadamente unas sesenta personas, llegaron de visita una pareja de guardias civiles. María nota que su hermano se pone muy nervioso ante la aparición de los civiles y una nota cae de su bolsillo. Manuel no tarda en desaparecerla y de paso hacerlo él también. La verbena se ve interrumpida por dos tiros que cortan el aire. No tardan en hallar los cuerpos de los dos guardias civiles que han sido asesinados por los maquis.
Esa misma noche Manuel huye de su casa pues pronto aparecerán partidas enteras de guardia civiles que interrogarán a todos y peinarán el monte entero en busca de los asesinos. María, con el corazón roto por el dolor tiene que aceptar que la huida de su hermano se debe a que él colabora con la guerrilla y ahora ya es uno de ellos. Y allá en el monte sólo hay un destino garantizado: la muerte.
Desde ese mismo día queda prohibido nombrar a Manuel pues para su padre lo que ha hecho su hijo es una traición y considera que está muerto para la familia.
Pero los asedios al rento por parte de los maquis se siguen sucediendo. Visitan a sus vecinos en mitad de la noche y por medio de amenazas se llevan lo que quieren. Luego es la guardia civil la que viene y se lleva detenidos a aquellos que considera que son traidores que sirven a la guerrilla. Y da lo mismo lo que digas o lo que hagas porque si confiesas que has colaborado con la guerrilla vas a la cárcel y te matan allí. Y si tienes suerte de salir libre luego son los maquis los que acaban con tu vida por traidor. Y si no dices nada, acabas también en la cárcel o molido a golpes. Eso le sucedió en más de una ocasión al padre de María.
Además, también estaban las visitas de los guardia civiles que haciéndose pasar por maquis pretendían descubrir quiénes colaboraban con la guerrilla. Y así fue como María conoció esos ojos negros y al dueño de ellos, que nada más verlos le robaron el corazón.
Tras los últimos acontecimientos el rento se vuelve un lugar peligroso y Manuel les hace llegar una misiva pidiéndoles que por favor, se vayan a vivir al pueblo que estarán más seguros. Pero sus padres deciden seguir viviendo en el rento sin embargo a María la mandan a vivir a casa de la tía Matilde, la hermana de su padre. Y para que no suponga una carga, le buscan un trabajo en casa del alcalde, al cuidado de su hija Angélica que es sordomuda.
Son días felices los que vive María en el pueblo, Angélica resulta ser una gran amiga aunque silenciosa y pronto se reencontrará con Martín, el dueño de esos ojos negros que le robaron el corazón. Sus encuentros en el baile y la insistencia de Martín, harán que María acabe venciendo sus miedos y se comprometa con Martín. Todo el pueblo sospecha que su hermano huyó con la guerrilla pero eso no impide que sea la novia de un guardia civil y la gente le tenga respeto por ello.
Manuel se pone de nuevo en contacto con María, al saber que está trabajando en casa del señor alcalde y le pide que por favor le mantenga informado de todo lo que allí sucede. María está asustada pues eso la convertiría a ella también en una traidora, estaría sirviendo de enlace a la guerrilla pero cuando escucha una conversación entre el señor alcalde y unos guardia civiles, hablando de una emboscada en la que morirán todos, María sólo puede pensar en la vida de su hermano y hará lo que sea por salvarla. Vitoriano, un vecino del rento que ayuda a su padre en el campo, es el enlace entre Manuel y María.
Tras los últimos acontecimientos, la guerrilla cuyo cabecilla es el Manco de la Pesquera, con la que va Manuel, decide que ha llegado el momento de preparar su huída a Francia. Pero el cerco se les está cerrando y será demasiado tarde.
María descubre que están preparando una nueva emboscada en Cerro Moreno – Santa Cruz de Moya (Cuenca), pero Vitoriano acaba preso y no le es posible avisar a nadie. En su desesperación corre a pedirle ayuda a su prometido aunque deba confesarlo todo, incluso que es una traidora. Pero llega demasiado tarde: a Martín también lo han mandado a la emboscada.
Presa del pánico y la desesperación va en busca de su madre, esa madrugada, la del 7 de noviembre de 1949, su prometido o su hermano, quizás ambos, mueran a causa de una lucha que ya carece de sentido.
Un fuerte dolor en el pecho y un mal presentimiento advierte a María de que ha sucedido lo peor. Esa conexión que siempre ha existido entre ellos ya no está, siente un vacío muy grande en su alma: Manuel ha muerto. Y efectivamente, descubre que así ha sido cuando horas más tarde ve llegar a su prometido. El odio hacia él es tan grande… «¿Por qué, por qué… Por qué dejaste que mataran a mi hermano? Eres un asesino y te odio».
Pero la vida a veces no es más que una ironía y mientras una parte de María había muerto, otra crecía dentro de ella, llena de vida. Y aunque rompió su compromiso e intentó ocultarlo, un embarazo es algo que tarde o temprano acaba por descubrirse y María tuvo que cumplir con su destino: casarse con el hombre que más odiaba, el asesino de su hermano. Y así es como empieza esta historia, con María camino del altar, vestida de negro, pero sólo si te adentras en las páginas de esta novela, podrás descubrir y sentir… El luto de la novia.