Según Dekra, la certificación de calidad es determinante en un mercado donde el 63% de las operaciones son entre particulares y más de la mitad, con coches de más de diez años. El vehículo de ocasión es ya la primera opción de compra para siete de cada diez españoles. Sin embargo, el 63% de las operaciones se realizan entre particulares que lógicamente no pueden ofrecer las garantías de un profesional. Así, para tener la certeza de que se está comprando un coche de confianza, el certificado de calidad es determinante, según Dekra, proveedor global de servicios de gestión de vehículos usados.
Esta certificación oficial, que sirve al conductor como garantía del buen estado del vehículo, asegura una compra no sólo fiable, porque sabe que está invirtiendo bien el dinero, sino también segura, máxime cuando más de la mitad de las operaciones con vehículos de segunda mano se realizan con coches de más de diez años que no cumplen los estándares de los más modernos.
Esta exigencia al vendedor del usado contribuiría a mejorar cualitativamente un mercado donde el 52% de los compradores que recurrieron a un particular reconocen haberse arrepentido de su decisión por el mal resultado mecánico del vehículo, según datos del Libro Blanco del VO de Ganvam.
Por esta razón, Dekra insiste en la importancia de realizar una compra racional donde el precio no sea el único factor decisor, sobre todo teniendo en cuenta que un coche sin historial de mantenimiento y sin ningún tipo de antecedentes pone en riesgo la seguridad del propio conductor y de la circulación.
De esta forma, el certificado de calidad proporciona con detalle al comprador en qué estado se encuentra cada uno de los elementos del coche: desde la carrocería hasta el motor, pasando por la instalación eléctrica (batería, luces, aire acondicionado…), ruedas (llantas, neumáticos, repuestos…), frenos, revisiones, inspecciones e incluso, su interior (olor, tapicería, retrovisores, elevalunas…).
Según el director de Dekra Automotive Solutions, Ricardo Dias, “el certificado de calidad es el aval de que se está adquiriendo un vehículo en buenas condiciones: que tiene la ITV en vigor, que ha pasado los mantenimiento recomendados por el fabricante… en definitiva, que no hay gato encerrado”.
En este sentido, Dekra recuerda que aunque la compra de un VO a un profesional va acompañada de la garantía mínima de un año y de un contrato de compraventa exento de cláusulas abusivas que contribuye a proteger al usuario ante cualquier incidencia administrativa o mecánica, la exigencia de un certificado de calidad al concesionario o compraventa es también un marchamo de transparencia en la compra, ya que el conductor recibe toda la información fiel relativa al vehículo.