Esta medición se registró en Mauna Loa (Hawai), la estación de medida de dióxido de carbono más antigua del mundo y que es considerada el principal lugar de medición de gases de efecto invernadero desde que se comenzó con estas medidas en 1958.
En esta atmósfera tan negativa, ayer se celebraba el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha de una importancia suma que este año adquiere mayor importancia después del dato que acabamos de subrayar.
La contaminación de los vehículos.
Aunque resultan más saludables pare el bolsillo de sus propietarios, los vehículos de motor diésel provocan cuatro veces más contaminación atmosférica que el resto, pues emiten niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión, dos de los principales contaminantes del aire. Este dato se vuelve más significativo cuando en países como España se calcula que el 59% de los vehículos tiene este tipo de motor (según datos de la ANFAC, Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones).
Desde GT Motive siempre se ha defendido la labor del taller para que los vehículos estén en buen estado.
Aunque la Agencia Internacional de Energía califica de utopía el objetivo de reducir el calentamiento global, los elementos de un automóvil que más impacto tienen en la contaminación son los siguientes:
El catalizador: Transforma el monóxido de carbono, los hidrocarburos sinquemar y los óxidos de Nitrógeno, en nitrógeno, agua y dióxido de carbono.
El filtro de partículas: atrapa las partículas de carbón generadas en la ) combustión (según el tipo,
puede necesitar de un aditivo en el combustible para que la regeneración del filtro se pueda producir a menos temperatura de los gases de escape).
Sistema Ad Blue: este sistema inyecta un aditivo en los gases de escape, antes del catalizador, para separar las partículas de NOx (óxidos de nitrógeno) en nitrógeno y en oxígeno por separado, evitando la contaminación del mismo (muy generalizado en vehículos industriales, se empieza a usar también en algunos vehículos de pasajeros para cumplir las normas anti polución más exigentes, como la Euro 5 o la Euro6).
Además de esto, la sustitución de las bujías, el filtro de aire y el control de las presiones de los neumáticos, también impactan en el consumo y por lo tanto en la contaminación.