Equivocarse al repostar puede salir caro

Los fabricantes de automóviles y las gasolineras cada vez hacen más difícil que podamos equivocarnos de combustible al repostar, pero no es imposible. Además, las marcas de coches de alquiler añaden un adhesivo en el interior de la tapa del depósito detallando el tipo de combustible.

En las gasolineras los diferentes carburantes tienen mangueras de distinto grosor y también cambia el tamaño de la boca del depósito del coche, dependiendo si es gasolina o diésel. Pero en los coches antiguos no era así y en los modernos también es posible cometer errores. ¿Qué sucede si nos equivocamos al repostar? Sixt, la empresa premium de alquiler de coches recomienda a sus clientes especial atención a la hora de repostar.

Nadie está exento de tener un despiste y, si se da el caso, una vez cometido el error en el repostaje lo ideal sería darse cuenta antes de arrancar el vehículo y llevar el coche al taller en grúa para que vacíen el depósito de combustible y lo limpien.

Pero la situación más común es darse cuenta de nuestro despiste a los pocos metros de la gasolinera, cuando se han vaciado los conductos que van del depósito al motor y entra el combustible equivocado, es entonces cuando el coche empieza a fallar. Es importante ser consciente de nuestro error y no seguir forzando el arranque porque se puede agravar la avería.

Si repostamos gasoil en un coche de gasolina el motor comienza a dar fallos hasta que llega un momento en que se para. Normalmente con un vaciado y limpieza del depósito, una limpieza de los conductos y la sustitución del filtro de combustible es suficiente. Pero se puede dar el caso de que el gasoil haya llegado al catalizador porque hemos insistido cuando el coche ha empezado a fallar. Entonces sería necesario cambiar también el catalizador, lo que incrementa notablemente el precio de la reparación.

En el caso de que el motor de nuestro coche sea diésel y repostemos gasolina por error (siempre en grandes cantidades), el motor comenzará a fallar en forma de tirones bruscos y podría llegar a pararse. Este descuido puede salir más caro que en el caso de repostar gasoil en un coche de gasolina porque es posible que no baste con cambiar el filtro de combustible, vaciar y limpiar el depósito y los conductos. Es muy normal que se estropee la bomba de inyección y hasta uno o varios inyectores, que son piezas de alto coste y también incrementan la mano de obra.

Un pequeño descuido que puede acarrear gastos importantes. En el mejor de los casos el coste de la reparación es de unos 100 euros sin contar el desplazamiento del vehículo en grúa hasta el taller, que puede o no estar incluido en las coberturas del seguro del coche.

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