GM y Honda cierran un acuerdo para el desarrollo de tecnologías de pila de combustible

Según han anunciado GM y Honda, el objetivo es trabajar conjuntamente con las distintas partes implicadas para avanzar en el desarrollo de infraestructuras de repostaje, uno de los aspectos críticos para la viabilidad a largo plazo de los vehículos propulsados por pila de combustible y también para su aceptación entre los consumidores. 

Ambas compañías son líderes en el desarrollo de tecnologías de pila de combustible y cuentan con una extensa y reconocida trayectoria en este ámbito. Según el ranking Clean Energy Patent Growth Index, GM y Honda ocupan la primera y segunda posición, respectivamente, en cuanto al número de patentes basadas en esta tecnología y presentadas entre 2002 y 2012, sumando entre ambas más de 1.200. 

El programa de GM Project Driveway, lanzado en 2007, ha acumulado alrededor de tres millones de millas de conducción real en el mundo a través de una flota de 119 vehículos impulsados por hidrógeno. 

En cuanto a Honda y su apuesta en I+D basada en la pila de combustible y el hidrógeno, la Compañía inició en 2002 la comercialización, mediante leasing, de su vehículo Honda FCX en Estados Unidos y Japón, distribuyendo 85 unidades –entre las cuales se cuenta también al sucesor del FCX, el Honda FCX Clarity, nombrado en el año 2009 World Green Car. 

La entrega de estos vehículos a manos de clientes ha permitido a Honda recoger datos muy valiosos, en cuanto al uso real y conducción de los vehículos impulsados por pila de combustible, con los que avanzar en sus programas de I+D. Honda tiene previsto lanzar en 2015 el sucesor del FCX Clarity en Japón y Estados Unidos, que más tarde llegará también a Europa. 

La tecnología de pila de combustible responde a varios de los retos que afronta la industria del automóvil hoy en día, como son la dependencia del petróleo, los niveles de emisiones, la eficiencia, la autonomía y el tiempo de repostaje. Entre las ventajas que ofrecen los vehículos de pila de combustible están el uso de hidrógeno como combustible, que puede obtenerse a partir de la energía eólica o la biomasa; una autonomía que les permite recorrer una distancia de hasta 640 km (400 millas) de modo autónomo; un tiempo de repostaje de tres minutos; y la posibilidad de adaptar esta tecnología de propulsión a vehículos de tamaño pequeño, medio y grande.

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