La probabilidad de sobrevivir a un accidente en un coche actual duplica a la de uno de hace 12 años

El informe “El precio de la seguridad” analiza el nivel de seguridad de los vehículos vendidos en España en 2013 y el equipamiento de 12 de los modelos más vendidos pertenecientes a diferentes marcas.

Los vehículos nuevos que se comercializan en España son cada vez más seguros y están mucho mejor equipados que hace cinco años. De hecho, casi 9 de cada 10 vehículos vendidos en 2013 que ha realizado los test de seguridad del programa EuroNCAP, un organismo de referencia en Europa, ha obtenido cinco estrellas, una cifra muy superior a la de 2008, año en el que solo 6 de cada 10 contaba con dicha distinción.

No obstante, todavía existe cerca de un 10 por ciento de vehículos que no cuenta con dicha calificación, la máxima que puede obtenerse, porque no disponen de los sistemas de seguridad activa y pasiva más avanzados, “claves para salvar la vida en caso de accidente y con los que se podrían prevenir muchas lesiones”.

Así lo cree Jesús Monclús, Director del Área de Prevención y Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE, y uno de los autores del informe, quien ha recordado que “la probabilidad de supervivencia de los ocupantes de un vehículo moderno duplica a la de un vehículo de 12 años” y que “si todos los vehículos tuvieran el mismo nivel de seguridad que los automóviles más modernos, se podrían salvar muchas vidas en España”.

Dicho análisis, realizado por FUNDACIÓN MAPFRE y basado en el estudio detallado del equipamiento de doce de los modelos más vendidos en España de distintos segmentos y fabricantes, destaca que actualmente existen tres estrategias de comercialización en las que la seguridad no tiene el mismo protagonismo.

En la primera se encuentran los vehículos de muy bajo coste, principalmente utilitarios urbanos, que incorporan pocos sistemas avanzados de seguridad de serie y cuya oferta de equipamiento opcional es muy limitada. El trabajo indica que para acceder al máximo equipamiento de seguridad en alguno de estos vehículos, el comprador debe asumir un incremento en el precio de hasta el 74 por ciento, lo que pone de manifiesto, según dicha entidad, que “la seguridad debería ser mucho más asequible”.

El informe también hace referencia a otros segmentos de vehículos, de mayor tamaño,  cuyo equipamiento de seguridad de serie es más completo y que permiten al comprador incluir de forma opcional algunos sistemas importantes de prevención de accidentes o incorporarlos de forma limitada y en función de las diferentes versiones (niveles de precio) de cada modelo.

 

Para hacer más accesibles y populares los sistemas de seguridad avanzados en los vehículos, como airbags de cortina, sistemas de control de velocidad inteligentes, sistema de aviso de cambio involuntario de carril, de aviso de ángulo muerto y de detección de obstáculos o peatones en la calzada con frenado automático, el informe plantea cuatro líneas de actuación.

La primera está dirigida a los fabricantes, a los que sugiere que ofrezcan todos los sistemas de seguridad, a ser posible como equipamiento de serie o al menos como opción en todos los modelos (incluidos los más económicos) y en todas sus versiones y motorizaciones, incluso en las menos potentes. También propone que ofrezcan al conductor la posibilidad de adquirir dichos sistemas de seguridad, en caso de ser opcionales, de modo independiente y sin que formen parte de paquetes que incluyan otro tipo de equipamiento distinto al de seguridad, una fórmula que normalmente encarece el precio final del vehículo.

La segunda está dirigida a las administraciones públicas, que también pueden ser parte activa en la promoción de estos sistemas, que tienen un alto coste de desarrollo y fabricación, que es preciso amortizar, y cuyo coste unitario se reduce notablemente a medida que crece el número de vehículos de disponen de los mismos. En este sentido, FUNDACIÓN MAPFRE plantea la necesidad de que estos organismos fomenten la información sobre los nuevos sistemas avanzados de seguridad de los vehículos e incentiven su incorporación con rebajas en el impuesto de matriculación, IVA, impuesto municipal de circulación y tasas por aparcamiento, entre otras medidas, del  mismo modo que ya lo hacen cuando el objetivo es reducir el consumo o las emisiones, por ejemplo.

Sugiere, además, a los concesionarios que pongan a la venta en sus exposiciones o matriculen como kilómetros 0 aquellos vehículos que más sistemas de seguridad incorporan, y a los compradores, que prioricen la seguridad frente a otros elementos relacionados con la comodidad, el lujo y la estética, ya que con el mismo desembolso que algunos compradores realizan para adquirir vehículos con motores más potentes, pintura metalizada, llantas de mayor tamaño y asientos de cuero, entre otros, se pueden incorporar casi todos los sistemas de seguridad opcionales de efectividad demostrada.

También anima a las empresas de alquiler de vehículos, renting, leasing y flotas de administraciones públicas, entre otras, a que incluyan progresivamente cada vez más requisitos de seguridad en sus vehículos.

“En la mayoría de los casos, y tanto si el presupuesto disponible es modesto o más elevado, los conductores deben analizar el equipamiento de seguridad de los diversos vehículos que se ajusten a dicho presupuesto y anteponer la seguridad. La vida de muchas personas puede depender de dicha elección”, subraya Jesús Monclús.

Informe: 20150415112712_IMHUYK

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