La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos mantienen un pulso en torno a los precios de los combustibles. Los primeros denuncian los márgenes abusivos de las petroleras por la falta de competencia y los segundos aseguran que su margen de beneficio es mínimo, en torno al 1,5% de cada litro de combustible. Una dicotomía en la que lo mejor es conocer cómo se desglosa el precio final del combustible y que cada cual saque sus conclusiones.
Tanto la gasolina como el gasoil ostentan varias magnitudes a la hora de configurar su precio:
- Cotizaciones internacionales: Es el precio del combustible antes de impuestos en función del precio del barril de petróleo, su refinado… supone solo entre el 40 y el 45% del precio.
- Impuestos: El estado grava por tres conceptos actualmente, los impuestos especiales estatales y autonómicos (como el céntimo sanitario) y el IVA. Supone aproximadamente el 50% del precio final, la friolera de entre 60 y 70 céntimos por litro actualmente.
- Costes del transporte del combustible a la estación de servicio: Este concepto supone en torno al 2% del precio
- Costes propios de la estación de servicio: Personal y mantenimiento de tanques, surtidores, etc.
- Margen bruto del mayorista: Lo que ganan las gasolineras, entre 1,5% y un 2% de cada litro.
Bastantes variables por tanto con las que jugar, tanto unos como otros y en las que cada céntimo supone muchos millones de euros de diferencia para los bolsillos de los ciudadanos. Una salvajada a simple vista en cualquier caso lo que se paga en materia de impuestos más allá de que las petroleras no compitan entre sí para asegurarse sus márgenes. Vía Mascoche.net