¿Puede influir la diabetes en la conducción?

Tal vez nunca te has planteado esta relación pero lo cierto es que la diabetes, mal controlada, puede ponerte en serio peligro mientras conduces. Un dato preocupante si, además, tenemos en cuenta que casi la mitad de los afectados desconoce que padece la enfermedad, según la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE).

Así te altera el exceso de azúcar
La diabetes provoca que la glucosa que obtenemos de los alimentos se acumule en la sangre, ya sea porque el páncreas no segrega insulina (la hormona que permite que la glucosa penetre en las células) o porque nuestro organismo no la utiliza bien. Es lo que se conoce como hiperglucemia, que entre otros signos puede provocar debilidad y cansancio.

Pero eso no es todo: un exceso de azúcar en sangre puede acabar dañando, poco a poco, los vasos sanguíneos de la retina, causando lo que se conoce como retinopatía diabética. Algunos de sus síntomas son visión doble o borrosa y un aumento de la sensibilidad al deslumbramiento.

Otro órgano que suele verse afectado es el oído, debido también al daño que la hiperglucemia provoca en sus vasos sanguíneos. Tanto es así que una diabetes mal controlada aumenta hasta el doble el riesgo de pérdida de audición, lo que afecta a la conducción. También pueden notarse mareos y vértigos o zumbidos en los oídos.

¿Y si te da una bajada de glucosa al volante?
Es otro de los peligros de la diabetes, ya que la medicación a veces provoca hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre). Quienes la sufren también pueden ver doble o borroso, o sentirse muy nerviosos y alterados. En los casos más graves la persona, incluso, puede desmayarse, con el peligro para la conducción que esto conlleva: la pérdida de conocimiento es, según la DGT, una de las principales causas médicas que origina accidentes.

Para conocer tus niveles de glucosa basta con un simple análisis de sangre. Ten en cuenta que, si te diagnostican diabetes, dispones de un gran número de herramientas para mantener el azúcar a raya (adelgazar en caso de que lo necesites, hacer ejercicio regularmente, la toma de insulina cuando lo indique el médico…). Y, como medidas de prevención, no conduzcas sin antes haberte medido la glucosa y lleva siempre algo de carbohidratos de absorción rápida (azúcar, un caramelo…) para combatir una posible hipoglucemia. Vía Racc

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