Tesla tuvo unos ingresos de 1.100 millones de dólares en 2014, un 44% más que hace un año. Los analistas sin embargo esperaban un poco más, en concreto 1.200 millones, y una ganancia por acción de 31 céntimos de dólar. Sin embargo, el fabricante reportó ayer, inesperadamente, unas pérdidas de 13 céntimos, sumando un recorte de 16 millones de dólares en el último trimestre.
Tesla construyó 11.627 coches en el último trimestre del año, lo que le permitió alcanzar su objetivo de montar 35.000 coches en todo el pasado ejercicio. Ahora bien, falló a la hora de entregar los coches a tiempo.
En 2015, espera entregar 55.000 unidades del Modelo S y del Modelo X, de los cuales el 60% lo hará en la segunda parte del año. Eso sí, todavía no han aclarado cuándo saldrá al mercado el tan esperado SUV Modelo X.
La atención, se ha trasladado ahora a China, un lugar estratégico para el futuro devenir de la marca. El martes se supo que en enero sólo vendió 120 unidades en el primer mercado del mundo, una fuerte caída si se compara con la media de 500 matriculaciones que llevaba hasta el momento.
“Seguimos convencidos del potencial que tiene este mercado y estamos concentrando nuestros esfuerzos en las ciudades en las que ya estamos, antes de dar el paso de ir a nuevas” dijo Elon Musk, su presidente, en un comunicado a sus accionistas. “Nuestras iniciativas en China pasan por simplificar el proceso de compra y por instalar puntos de recarga en los hogares y trabajos de los compradores antes de que les haya llegado el vehículo”.