Avui sí toca

En la actual coyuntura política recuperamos por su interés esta columna publicada el 4 de agosto de 2014. 

 

Nunca en la vida hubiera imaginado que alguna vez tendría que usar la palabra catalana “avui” en un artículo. Pero, ya ven, “avui” sí toca. Lo de Jordi Pujo Padre … padre, hijo y espíritu-no-santo en un clan de defraudadores catalanes a la vez que internacionales … es, conforme pasan los días, más abracadabrante.

No ya por si los millones de euros amasados y presuntamente defraudados a todos los españoles, desviados a todos los paraísos fiscales, y lavados en todo tipo de inmuebles, son 1.800 o 3.000. Lo que a mí personalmente más me molesta de En Pujol, como le llaman sus hijos, es la chulería del “hoy no toca” cuando no quería hablar de algo incómodo, del “oiga, si yo ya estoy retirado” para a continuación pontificar, del gesto condescendiente con los periodistas a los que con una de sus manos, la que no llevaba en el bolsillo, parecía decirles con la sabiduría que dan los años y la experiencia “cálmense, sosiéguense” para a continuación dejarlos con la palabra en la boca. “Tranquilo, Jordi, tranquilo”, le dijo una vez el Rey.

Y sí que se quedó tranquilo, el buen señor, el creador del oasis catalán a cuyas aguas sólo Pasqual Maragall -y sólo por un momento- se atrevió a tirar la piedra del 3%. Pujol, sin embargo, no midió bien que en la actual tesitura política podía perfectamente cambiar de utilidad tonta. Me explico: lo que se supone que todos los gobiernos españoles desde González y la Banca Catalana sabían pero callaban mientras CiU era factor de estabilidad estatal, es ahora una baza contra quién se ha convertido en el factor de inestabilidad por excelencia. De tonto útil entonces, a (más) (Mas) tonto útil ahora.

No parece casual que la cuantía de la fortuna del Clan de los 9, forjada durante al menos 34 años, salga a la luz ahora, mes y pico antes de la Diada catalana que habría de preceder a la llamada “consulta” que puede derivar en intervención y suspensión de la autonomía, cuando caiga en manos de ERC por culpa del inmovilismo del heredero -sólo político, sólo faltaba- del imperialista Pujol, el que enseñó a regar generosamente con dinero de todos los repetidores y los puntales del pancatalanismo en la Comunidad Valenciana.

Tampoco parece casual que los súperempresarios radicados en Cataluña a los que no se logró domeñar en favor de la secesión (avisaron en público de que estaban en contra) se despachen ahora en la tele con exclusivas de la UDEF (“¿qué coño es la UDEF?”), infografías comparativas del patrimonio pujolista con el PIB de Andorra, los desmanes del aprendiz Bárcenas, y las fortunas de España, de las que ésta es la séptima. Y primera de Cataluña, supongo. O a lo mejor le gana el súperempresario en cuestión. Las causalidades sí existen. Yo entrevisté una vez al susodicho ex-honorable, muy ex-honorable. Él hablaba en catalán y yo en valenciano. ¡Y claro que nos entendimos! Eso sí, en algún momento hube de recurrir al contexto para conseguirlo. Desde luego, las fonéticas eran bien diferentes. Aún no era independentista este “Español del año 1984” según Ansón. Ahora hace tiempo que ya lo es. Ande yo caliente, ríase la gente.

Pero, con todo respeto a la dignidad personal de ser tan indigno, y en la vertiente más antropomórfica de la metáfora animal, San Martín ya saben que dice el refranero (español) que acaba siempre por pasar factura. Aunque en esta ocasión el santo justiciero decidiera, para más re-cochineo, pasarle el encargo a su colega el Apóstol Santiago, … patrón de España. En cuyo día Pujol Senior decidió confesar a su hermana y al resto que nos ha estado robando. A todos.

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