Bueno, bonito y barato

¿Bueno? ¿Bonito? ¿Barato? Busque, pues las tres ¨B¨ al mismo tiempo no es una quimera. Difícil tarea, pero no imposible. La clave está en el buen equilibrio de todas ellas. Por separado, no tendrá ninguna dificultad en encontrar algo bueno o bonito o barato. El problema se plantea cuando, quiere aunar estas tres ¨B¨ en un solo producto o servicio. Por lo general, algo bueno no es barato y bonito dependerá del punto de vista de cada uno y de sus gustos. En cuanto a lo bonito… pues depende del cliente y de su criterio, para gustos, los colores. Y algo barato, lo encuentra sin gran esfuerzo. Ahora bien, si hablamos de la calidad de un producto o de un servicio, toparse con este ¨trío calavera¨ no será fácil.

Sabe que de las 4 ¨p’s¨ del marketing (product, price, place y promotion), la ¨p¨ del precio, es la única que es capaz de influir en el nivel de la demanda de un producto. O en su rentabilidad, siendo el precio el generador de ingresos y al mismo tiempo es una de las principales formas de comparar entre productos y servicios. Y el precio le posiciona en la mente del consumidor como empresa ¨cara¨ pero de calidad o ¨barata¨ pero de calidad mediocre o si ha trabajado y buscado un justo equilibrio, entonces se posicionará como una empresa con una relación precio y calidad aceptable. Así es, el precio es la variable con capacidad para influir directamente en el producto o servicio. Por lo tanto, si encuentra algo barato, seguramente estará pensando, que no será de gran calidad, más bien lo contrario y viceversa.

Por bueno, se entiende caro y bonito (no siempre). Recuerde, el gusto de cada cliente es muy diferente al suyo y no tiene porque apreciar algo que sea caro. Puede ser muy caro y bien feo a sus ojos.
En marketing lo bonito, vende. En marketing algo ¨bonito¨ hace referencia a la imagen. La imagen hoy en día es primordial. Sin imagen, un producto muy caro, dejará de producir ventas. Eso no quita, que siempre haya alguna excepción. Y si la ¨imagen¨ no va acompañada de un buen producto, tarde o temprano el producto estará abocado a su desaparición.

Pero, aunar las tres ¨B¨ no es imposible. Es el camino a seguir, con ciertas precauciones, pues no se puede ofrecer un producto bueno y bonito a un precio irrisorio. Encontrar el equilibrio de las tres ¨B¨ es primordial (si su empresa no opta por vender mucho a precios bajos y calidad reducida, que es una estrategia a tener en cuenta). En función del precio, más o menos elevado, estará optando por estrategias diferentes a la hora de lanzar su producto o servicio al mercado. Un precio bajo, obtendrá más ventas, pero necesitará vender más para realizar la misma cifra de ventas que con un precio más elevado. Y recuerde, precio más bajo significa que su producto será visto con otros ojos en cuanto a la calidad. No puede vender un Ferrari a 22.000€, pues perdería dinero, su imagen la destrozaría y su estrategia estaría abocada al fracaso. Su misión, su visión como empresa debe ser coherente con su producto y su precio.

Bueno, bonito y barato… Mejor, bueno, bonito y precio equilibrado.

Y usted ¿Piensa que el precio no tiene nada que ver con el marketing?

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