De lo creativo en arte

Creación, crear, creatividad... en el devenir temporal, en toda su gran problemática, Arte y Creatividad, son inseparables. En la portada de la Revista Internacional de Arte, “LAPIZ”, nº 234, del mes de junio de 2007, puede leerse: “Encuentros desalentadores entre el Arte y la Idiotez: Formas sofisticadas de la tontería en la plástica contemporánea” Enunciado que hace referencia a la Feria Internacional de Arte “Arco’07”celebrada en Madrid en  artículo de Manuel Cirauqui, en el que hace referencia a este evento y a los “Toboganes” de la Tate Modern de Londres -entre otros-, artículo muy objetivo y mesurado, lectura muy clarificadora al respecto… y Vivianne Loría, (2007), critica: “En lo que atañe a la Documenta 12 en España se ha mostrado desde el principio, una tibia reacción a un oprobio de lo más crispante que pueda haber urdido la cabeza de un memo: la selección de un cocinero como si fuese lo mejor que ofrece el medio artístico español”.

Los medios de comunicación en nuestro país, se hicieron eco de la participación del chef Ferran Adriá en el evento, y la prensa describió en que consistió: “Durante la duración de la Documenta -100 días-, dos personas fueron invitadas por Roger M. Buergel y su esposa Rhut Noack -director y curadora-, a cenar en El Bulli, su restaurante de Barcelona. Invitados que, de regreso a Kassel, se entrevistarían con el matrimonio, para decirles que les había parecido la cena. Estos comentarios, según los curadores, “es arte””.

La confusión en que la Sociedad Universal se ve inmersa, es evidente también en el campo del Arte.. Estamos viendo que en el momento actual, el panorama artístico se presenta sumamente confuso, tanto entre los artistas -únicamente preocupados por introducirse en los circuitos mundiales del arte- como entre los receptores de sus productos. La gran variedad de «istmos» y tendencias, propuestas y ensayos, supone, por otra parte, un vasto y sugestivo campo experimental para la investigación creativa y de la representación/presentación, tanto de las ideas, como de los medios y nuevos materiales para visualizarlas; pero todo ello, está condicionado actualmente, por el imperativo de la «modernidad»… Dice el poeta francés Baudelaire(1995):  “La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno y lo inmutable” En arte hay que ser «moderno» por encima de todo, aunque esto suponga ir en contra del lenguaje creativo propio, o las más de las veces, no haberlo encontrado todavía; y así, todas las múltiples posibilidades  que se ofrecen de indagar, experimentar e investigar -y que deberían servir a los artistas para adquirir una mayor y más profunda experiencia y conocimiento de sí mismos y como trabajo previo al estudio, proyecto, preparación y consolidación de la posible obra creativa final-, suelen quedarse en vacíos, simples parciales intentos, gráficos o plásticos, que precisan de una apoyatura literaria para «justificarlos» -al ser mostrados en exposiciones- sustituyendo a lo que deberían exponerse: obras de arte.  

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