De nuevo, en precampaña electoral. Esto parece un bucle o, por decirlo de una manera mas chic, un déjà vu. Volvemos a vivir -más bien, sufrir- una nueva campaña electoral y muchos nos preguntamos el porqué. La irresponsabilidad de algunos líderes políticos nos ha llevado a esta situación, pero no tengo claro por qué motivo real. No acabo de entender por qué han forzado estas nuevas elecciones y creo que se equivocan esperando que los votantes solucionen en las urnas lo que ellos no han sabido hacer en los despachos.
El resultado de las anteriores elecciones no es un error, es una decisión de la ciudadanía. Una orden de quien manda y que no ha sido obedecida. Un mandato ciudadano que nos obligaba a entendernos para formar el gobierno de la nación, que se ha incumplido flagrantemente con la intención de forzar a la ciudadanía a un modificación de su voto.
La ciudadanía no se equivocó, votó lo que quería. Se han equivocado algunos al no querer escuchar a los que consideran sus enemigos, cuando no son mas que adversarios políticos. Que, ¡claro que sí!, pensarán diferente y ahí está la dificultad del encargo que se nos encomendó. Pero es que pensar diferente no quiere decir que no podamos negociar, discutir y llegar a los acuerdos necesarios para tener un gobierno.
En la empresa privada algunos de los máximos dirigentes políticos de nuestro país hoy estarían fulminantemente despedidos. El primero, nuestro presidente en funciones, el señor Rajoy, el máximo responsable de esta situación aunque no el único. Pero que no se confíen aquellos que no han querido acatar el dictado de las urnas y han provocado la repetición de las elecciones, porque esas urnas, de esos votos, es de los que dependen sus sillones y pueden pasarles factura. Déjà vuDéjà vuDéjà vuDéjà vuDéjà vu