El debate

La falta de tiempo debe ser la causa de que se cometan errores en los cálculos electorales. El error más grave que he escuchado esta semana santa, es la aceptación tácita de Ximo Puig a un debate a solas y supongo que en penumbra, con Alberto Fabra. Es un error por varios motivos, pero sobre todo porque aceptar o proponer un debate de esas características, en las actuales condiciones de expectativas electorales, es reconocerse panza arriba. Además es un error porque es reconocer al otro interlocutor como a su igual y la verdad, querer ser igual a Fabra deja mucho que desear de la autoestima del proponente. Pero claro está, los cálculos hechos por asesores varios o del propio Puig, para desear un debate a dos, es que un debate con más interlocutores podría resultar aún peor teniendo finalmente pésimos efectos sobre la imagen. Aceptar un debate con más de dos contrincantes dejaría claro en qué lado se sitúan Puig y Fabra frente a los «otros», y particularmente frente a Mónica Oltra, alguien que saben, por proximidad cotidiana, que no se amilana y que tiene muchas aristas cortantes. Aristas que, sea dicho de paso, son las evidencias que la gente entiende.

Ahí está la decisión que han de adoptar y mucho me temo que entre ambas opciones no habrá debate.

Pero este no ha sido el peor de los errores que ha cometido Puig en los últimos días. Peor que ese ha sido su frase de: «si no soy Presidente me retiro de la política». Parece que el candidato no se ha dado cuenta de que esta afirmación, que suena a amenaza, ha sido escuchada además de por los «suyos», por mucha otra gente a la que ni les va ni les viene que se vaya o se quede. Es más, habrá mucha gente que pensará «pues a ver si es verdad» con lo que habrá logrado animar a muchos -también de los suyos- a ir a votar a otros solo por darse el gusto de ver si cumple su afirmación/amenaza/promesa. Él sabrá, pero da la impresión de que ha optado por la estrategia de «error en error hasta el fracaso final». En todo caso, como quedan pocas semanas para ir a votar, que siga así y no hará falta campaña electoral, pues con la precampaña será suficiente.

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