Con la llegada del Nuevo Año, cerramos un intenso 2017. Un año sin duda que hemos ganado entre todos, para apuntalar la recuperación económica, social e institucional de nuestro país. Y el mejor resumen del mismo solo hay que verlo en nuestras calles y avenidas, en nuestros comercios, en nuestras familias y amigos. Aún queda mucho por hacer, pero es innegable que hemos invertido una situación por la que muchos nos veían desahuciados. Y ahí está el verdadero valor de una nación, el que surge en los momentos difíciles. Churchill ya lo advertía, al descubrir ese orgullo español, un orgullo que nos hace crecernos ante la adversidad.
Mariano Rajoy nos presentaba el pasado viernes un balance avalado por la fuerza de los hechos y la rotundidad de unos datos incontestables. Un año positivo en términos generales y que se podría resumir es estos ítems: El número de parados se reduce; La economía crece por encima de la media europea; Se mantiene el Estado del Bienestar; El Turismo sigue batiendo récords; Se cumple la Constitución y se respeta la ley. Cuestiones todas ellas que han logrado el reconocimiento de la gestión del gobierno en España y nos posicionan como locomotora de Europa.
Y lo estamos consiguiendo desde una posición abierta y colaborativa de un gobierno en minoría que ha sabido priorizar a favor siempre de las personas. Muchas de las medidas aprobadas son fruto de un intenso diálogo político e institucional liderado por el Gobierno en aras del interés común. Diálogo Político con un gran impulso reformista en temas vitales como la reforma del sistema educativo, la reforma electoral, la calidad democrática y la lucha contra la corrupción, la estrategia nacional de Justicia, el Brexit o el Régimen especial de Autónomos.
Pero también buscando un amplio Diálogo Territorial, con la activación desde el minuto uno de la VI Conferencia de Presidentes Autonómicos como demostración de nuestro compromiso a la hora de desarrollar la Estrategia Nacional de Empleo, el Estudio para la Reforma de la Financiación Autonómica, y los Acuerdos con las CCAA sobre violencia de género, dependencia, protección civil, tarjeta y bono social, educación o la participación de las autonomías en los asuntos de la UE. Espíritu colaborativo desde un auténtico anclaje reformista.
Porque el eje de nuestra acción política son las personas y nuestro prioritario objetivo el Empleo. A medida que avanza la creación de empleo, va disminuyendo cada vez más el porcentaje de personas en riesgo de pobreza o exclusión social. La recuperación se está trasladando a los ciudadanos, y esa es la percepción que va calando en una sociedad que tenía motivos en 2011 para ser escéptica. Y aquí se centra nuestro principal reto. Seguir impulsando una acción de gobierno decidida para que nadie se quede atrás.
Los datos, las cifras son abrumadores. Pero lo más importante es percibir un nuevo espíritu colectivo de manera general. Hay mayor confianza, y eso se traslada en una mayor esperanza y optimismo para encarar este 2018 que nos abre sus puertas lleno de oportunidades. Hemos hecho lo más difícil, y lo hemos conseguido juntos con esa recuperación de la que muchos se burlaban. Ahora hay que seguir con paso firme, para no desandar lo andado desde 2011.
Los 4 motores de nuestra economía -inversión, consumo, exportación y construcción- crecen de forma equilibrada y a un ritmo que nos permite mantener un optimismo realista de cara al futuro. España es hoy una economía más competitiva, que está creciendo y creando empleo por encima de las mejores previsiones. Hemos recuperado el nivel del PIB previo a la crisis y dos terceras partes del empleo perdido. Ya trabajan 19 millones de ocupados, cada vez más cerca del objetivo: 20 millones en 2020. Todos los valores sumando en positivo para aumentar la confianza, primero en nosotros mismos para creer en lo que estamos consiguiendo, y después en ese mundo exterior al que otra vez hemos vuelto a asombrar.
Todo ello nos abre una ventana de oportunidad. Expectativas favorables para un Nuevo Año que ponen en valor ese plan del gobierno para avanzar en la modernización de España y para consolidar de forma definitiva la salida de la crisis. Un plan que nos llama a todos a sumarnos para seguir construyendo puentes a la convivencia, a la mejora de nuestra calidad de vida y al avance de una sociedad consciente de que todo esfuerzo obtiene su recompensa.