Vivimos tiempos complicados para la convivencia. Tiempos donde muchos hablan y pocos escuchan. Días donde el griterío y el cortoplacismo se imponen a la sensatez y el diálogo. En estos tiempos turbulentos, nosotros vivimos el 9 d’Octubre de 2014 con ciertas dudas, pero con tres profundas convicciones. La primera es nuestro compromiso por una España plural y solidaria que apueste decididamente por el modelo federal. Una España donde la unidad nunca pueda ser sinónimo de uniformidad, sino un ejercicio de diversidad y una manea de entender la identidad colectiva. Vivimos en una España asimétrica e insolidaria que no es justa en el reparto de recursos y que forma parte de una Europa que, como España, debe apostar por un modelo federal que resuelva las asimetrías económicas. Apostamos también por el autogobierno de nuestra tierra. El problema no es la autonomía, el problema es la crisis de la autonomía. Y contra ella sólo cabe la necesaria regeneración democrática y la unidad de los valencianos para superar la crisis institucional, económica y social que hoy vivimos y que nos ha llevado a la ruina. Ese es nuestro tercer compromiso.
Ante un gobierno incapaz, que ha llevado a nuestra tierra a la decadencia y a la desesperanza, los socialistas queremos ser la garantía del cambio que reconstruirá este país. Tenemos la obligación de transmitir a los valencianos un proyecto de ilusión y esperanza, un proyecto que tenga como prioridad darle perspectivas de futuro a los más de 50.000 valencianos que están en el paro; que limpie la mancha negra de la corrupción que lo ha impregnado todo, avergonzando la ética de los valencianos y perjudicando gravemente nuestra economía; y que tenga como objetivo garantizar la igualdad de todos ante la enfermedad y en la educación.
Los socialistas valencianos estamos convencidos de que el cambio tiene que ser acordado y compartido, necesitamos la ayuda de todos los valencianos para volver a levantar esta tierra. Porque ser valenciano es esto: defender los intereses de esta tierra ante quien nos desprecia constantemente. Los valencianos merecen un presidente que sea capaz de liderar esta Comunitat, un presidente que esté obsesionado por crear puestos de trabajo, que dialogue con empresarios, sindicados, universidades y responsables europeos para dar solución al principal problema de los valencianos: el paro. Necesitamos unos gobernantes que estén a la altura en honradez, unos gobernantes capaces de acabar con los barracones, que hagan de la educación pública la mejor educación, que garanticen la igualdad de todos los ciudadanos y que no dejen a los más desfavorecidos en la cuneta.
Estamos comprometidos a ser el partido de todos, el que de voz a todas las voces y, por eso, el cambio que proponemos a los valencianos será fruto de un contrato colectivo. Queremos un acuerdo para unir y no para separar, un acuerdo responsable que reivindique los intereses de todos por encima de los intereses partidistas. Nuestra responsabilidad es resolver los grandes problemas que tenemos, desde el paro hasta la invisibilidad en el Estado y, ante esto, queremos contar con la participación de todos.
En un día como el 9 d’Octubre, nos comprometemos a convocar y escuchar a todos los agentes sociales, económicos y cívicos, porque son ellos los que tienen que tener el protagonismo para salir del pozo en el que nos encontramos. Para construir un nuevo tiempo que nos lleve a una nueva prosperidad. El futuro de nuestro pueblo está en nuestras manos, en las manos de todos. Y los socialistas asumimos nuestra responsabilidad y nos comprometemos a ser la garantía de cambio que necesitan nuestras instituciones para poder impulsar la transformación que se merece nuestra tierra.
Ximo Puig,
Secretario general del PSPV-PSOE.