La España asimilada

Fue la última conferencia ofrecida en Valencia por Enric Juliana, el director adjunto de La Vanguardia y el analista no valenciano más sensato al tratar los temas valencianos. Y los trata y mucho, y es de agradecer ese decidió interés por las cosas de esta tierra, tan poco conocidas y entendidas allende de nuestras fronteras… Impartida en el Club de Encuentro Manuel Broseta -tan bien pilotado por el abogado Francisco Puchol-, el ponente aseveró que el gobierno no puede dejar caer las economías de Valencia y Catalunya, ya que junto a Madrid sostienen a todo el Estado.

El área económica mediterránea, junto a Murcia y Balears, representa el 40% de las exportaciones españolas y el 35% del Producto Interior Bruto (PIB). La UE ya ha señalado que para 2025 las zonas productivas y dinámicas económicamente de nuestro país serán Madrid, el País Vasco y el arco mediterráneo (Barcelona y Valencia).

           

Y justamente este Arco Mediterráneo, como área de colaboración y también de competición, y sobre todo como idea de futuro que se ha entendido y muy bien por las fuerzas políticas, sociales y empresariales (gracias al empeño común en la reivindicación del inaplazable y fundamental corredor ferroviario que nos una a Europa), es también la zona fiscal y financieramente más maltratada por el Estado. Y de esta cruel similitud también debemos hacer bandera común. El President Fabra ya ha alzado la voz a las claras, exigiendo la reforma urgente del sistema de financiación para que entre en vigor en 2014 y reclamando un déficit diferenciado porque la situación de la que parte cada territorio es bien diferente. Y la Comunitat Valenciana lleva muchos años infrafinanciada… Nuestro problema no es de deuda, es de ingreso…

           

Si Extremadura, Aragón o Galicia hubieran tenido la misma financiación que la CV, su déficit hubiera sido muy superior al nuestro. Y si la CV tuviera la media de la financiación per cápita recibida por estas comunidades, no hubiera tenido déficit alguno… Más claro, agua, y para todos… No puede haber desigualdad en la aportación económica que recibe cada autonomía y al mismo tiempo reclamar homogeniedad en el déficit. Además nunca se ha tenido en cuenta nuestro crecimiento en población de más de un millón de habitantes en la última década: en 1996 éramos 4 millones de valencianos, en 2013 somos 5 millones de ciudadanos de la CV. Este millón de habitantes jamás se ha contabilizado en el actual modelo de financiación autonómica… de ahí la injusticia y la arbitrariedad. A igual déficit, igual transferencia por habitante.

           

El argumentario de la propuesta desde la CV ha de ser claro: condonación de la deuda histórica (cifrada desde 2002 en 13.500 millones de €), nuevo sistema de financiación autonómica a aplicar en 2014 (basado en el critero poblacional) y reconocimiento de un déficit asimétrico para las comunidades, igual que la UE ha hecho con los estados miembros (valorado para la CV en el 2%). La santa trilogía valenciana en la reivindicación de una financiación justa y no discriminatoria.

 

Ir arriba