La victoria de Merkel

 

 

Es lo que hay y es lo que toca. La hija del pastor luterano, la mujer de convicciones y fuerte carácter, ha vuelto a ganar las elecciones. Con unos resultados potentes que dejan muy poco lugar a dudas: la canciller Ángela Merkel casi roza la mayoría absoluta, incluso podría alcanzarla, y aunque no va a poder contar con los liberales, que presumiblemente quedarán fuera del parlamento tras las elecciones del domingo, el resultado le es más que favorable para seguir llevando adelante a Alemania.

Y el que dice Alemania, naturalmente, está diciendo, en las presentes condiciones, los designios y rumbos de la Europa que más cuenta, que es la de la recuperación económica. Por esa razón, minutos después de conocerse los resultados iniciales, el presidente francés hizo la llamada de rigor para hacer votos por la continuidad de ese eje de paz y crecimiento que tienen que componer Francia y Alemania si queremos que el continente realmente siga a flote.

El interlocutor europeo de Estados Unidos, pues, queda claro de nuevo. Como queda clara una personalidad que presumiblemente va a redondear el completo saneamiento de la economía alemana –no se dice apenas pero sus bancos han tenido también serios problemas– y sobre todo el impulso de credibilidad y liderazgo que el continente necesita. Sus medidas –España lo sabe muy bien– son sumamente duras y exigentes; llamar a esta mujer inflexible es hacerla de menos. Pero no puede negarse que en el caso español la purga, además de precisa, era en la práctica la única salida recomendable. Y está comenzado a dar tímidos resultados aunque la “grasa” de la administración sigue siendo mucha.

La revista “Spiegel”, hace dos o tres años, dibujó a la líder de la CDU hoy vencedora en la proa de un “Titanic” que iba directamente a la colisión con la brutalidad de la crisis. Los electores alemanes, sin embargo, han sido especialmente claros en esta oportunidad: han reforzado el poder otorgado a la canciller porque confían en su liderazgo europeo y nacional. Y porque son los primer en comprobar que sus políticas están dando resultados. Habrá, pues, que seguir confiando en ella. En el caso español, habrá que seguir resignándose a unas medicinas, todavía necesarias, que nos corresponde asumir. Al menos podían habernos dejado acudir al Colegio Alemán a votar…

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