Luz y sonido para la hija de Aznar

Hay quien ha calculado que en la boda de la hija de José María Aznar había un foco cada cinco invitados. De vatios no vamos ni a hablar. Con las facturas pagadas por la trama Gürtel en la mano, se deduce que con esos medios de luz y sonido no habría sombras en la noche más oscura del Bernabeu, y que ni U2 ni The Rollings Stones se hubieran quejado de la intensidad y la potencia del sonido.

En la boda de la hija de José María Aznar se dispararon los fastos con pólvora del rey. Lo pagamos luego los contribuyente, con los contratos sobre facturados que los componentes de la trama de Correa hicieron con las administraciones públicas de las comunidades y ayuntamientos donde gobernaba el PP.

Tanta luz y tanto sonido han terminado por sacar a la superficie las connivencias del yerno de Aznar y del propio presidente del PP con quien se forró sin hacer otra cosa que realizar regalos y pagos para que fueran correspondidos con contratos. No me extraña que José María Aznar, con el carácter que tiene, esté furioso. Su pretendida imagen de haber sido el mejor presidente de la historia de España corre el peligro de ser sepultada por todo el lodo de la Gürtel, Bárcenas y compañía. Es imposible, con tanta luz, encubrir que todos estos sucesos de corrupción se produjeron cuando él era presidente del partido y del Gobierno.

Hay una tendencia preocupante hacia una clase de ética de conveniencia. Según los partidarios de estas doctrinas, lo que no sea ilegal no es reprobable, haciendo abstracción de los imperativos éticos y de ejemplaridad que deben apretar más a quienes ocupan cargos de responsabilidad pública.

Aceptar regalos del calibre de los que estamos hablando es una costumbre que se lleva mal con los principios del sentido común, de la moral civil y de los comportamientos ejemplares.

Nadie pone en la tarjeta que acompaña a un regalo de boda -aunque sea de luz y sonido- cuales son las contraprestaciones que se exigen para tamaña generosidad. Pero el tiempo ha demostrado que las ecuaciones generadas por las partidas que donaba la Gürtel tenían su correspondencia en generosos contratos a precios exacerbados.

La Justicia española no es rápida y menos aún precipitada. Pero la concatenación de escándalos de corrupción que rodea al PP de aqullos años está fotografiando a quienes, ellos si, sin duda vivieron por encima de sus posibilidades y no se preocuparon nunca de tanta luz y tanto sonido para iluminar sus escenarios.

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