Perseverancia

David Albelda siempre argumentó en sus múltiples entrevistas que leí que la novedad vende más en fútbol que la constancia. Nadie lo sabe mejor que él. En sus dieciséis temporadas en Mestalla tuvo que soportar como cada año le buscaban sustituto. Topal y Tino Costa fueron los últimos, por no hacerlo más largo. Pero al final se retiró
por la puerta grande y rindiendo al máximo. Ahora hay que acudir a internet para saber donde juegan esos mediocampistas que llegaron con la vitola de sustitutos del de La Pobla Llarga. Sin embargo, el capitán valencianista era solvencia contrastada en el terreno de juego. Sus más de seiscientos partidos con la camiseta blanquinegra hablan por si solo. 

Como la política cada vez se parece más al fútbol, los partidos nuevos acaparan la atención, igual esos fichajes veraniegos, que ilusionan, llena páginas de periódico, pero nunca llegan. La novedad por si sola es vacua, porque pasada la euforia de la primicia hay que demostrar conocer el oficio, adaptarse a las circunstancias y demostrar espíritu de equipo. Y ahí todos conocemos casos de muchos colores. No negaré la alegría que provoca un vestido nuevo, pero al final para cada día elegimos lo más cómodo, o sea lo que hemos comprobado que una vez usado es cómodo y nos sienta bien.

Ya queda poco para conocer si las nuevas ofertas electorales cuentan con tanto apoyo que indican las encuestas, pero está claro que nos jugamos mucho. Los sondeos valen como elemento para saber por donde sopla el viento, pero de las urnas saldrán el mejor veredicto, tal como pensamos los demócratas.

En cualquier caso, como cualquier futboler@ sabe, Albelda estaría en mi equipo, porque la honradez, solidaridad y sentimiento son valores que deben primarse, también en campaña electoral.

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