¿Urnas o playa?

Por la boca muere el pez

Leo el siguiente titular: ‘La nueva estructura del Consell encarece el gasto en nóminas en casi 300.000 euros al año’ (La Razón, martes 21 de julio de 2015). Más Consellerías, más personal de confianza, más gasto…

Una ecuación sencilla pero, claro, no es tan sencillo de explicar cuando se les llenó la boca diciendo que su estructura sería mucho más austera y económica que la anterior. Ni más ni menos que el señor Puig y la señora Oltra se habían comprometido en ahorrar 2,5 millones de euros. Apenas se les ha desviado el cálculo.

A este nuevo Consell ya se le empieza a ver el plumero. Siempre mandan una noticia populista por delante, como es la eliminación de los conductores personales de los consellers para utilizar a los funcionarios, mientras, intentando no llamar la atención, incumplen promesas electorales verdaderamente importantes, como es la reducción del gasto en la Administración.

Al final, han priorizado el colocar a todos los ‘necesarios’ de cada partido del Gobierno sobre el bien común de los valencianos. En el Pacto del Botànic no se repartieron competencias, se repartieron el pastel. Y como eran tantos para repartir, el pastel se les quedaba pequeño.

Señores y señoras del Consell, a la Administración tenemos que dotarla de agilidad, eliminándole grasa allá donde le sobre y controlando el gasto. Ustedes solo hacen que sobrealimentarla, hacerla pesada e insostenible. Y no llevan ni 100 días en el poder.

Ir arriba