Mª Ángeles Rochel, Secretaria de Igualdad Provincial del PSPV-PSOE en la Provincia de Alicante

¿Por qué seguimos conmemorando el 8 de marzo?

A lo largo de estos días hemos asistido a distintos actos, manifestaciones y eventos en torno al 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres. Se han realizado para conmemorar aquellos logros que consiguieron muchas mujeres feministas que nos precedieron. Derechos y libertades que no hubieran sido posibles sin ellas, sin su lucha y sin su esfuerzo.

Siempre me he declarado socialista y feminista. Me siento orgullosa de pertenecer a uno de los partidos políticos que hizo posible la construcción de la democracia, las instituciones y las políticas públicas que desembocaron bajo los gobiernos socialistas en avances sociales, en conquistas por la igualdad de género. Y esto gracias a las mujeres en política y a esa alianza con el movimiento feminista. Muchos años para construir y sólo cuatro para desmantelar.

Soy de las que reivindico, como muchas, que todos los días del año son 8 de marzo. Pero también soy de las que piensa que días como éste son más que necesarios para visualizar la lucha por la igualdad de género y sobre todo para visibilizar las desigualdades a las que nos enfrentamos las mujeres sólo por el hecho de serlo.

Sé que hay quien no entiende porqué se sigue conmemorando este día y que, bajo la armadura del patriarcado, se escudan en que ya está todo conseguido. ¡Cuantas veces habremos oído esa frase!

Pero ¿y si aún pudieran preguntarles a las mujeres que han sido asesinadas por terroristas machistas si está todo conseguido?¿Se lo podrían preguntar a sus hijos e hijas? ¿Pueden preguntarles a las mujeres que trabajan más y ganan menos que sus compañeros? ¿Y si se lo preguntaran a las mujeres de 16 y 17 años que deciden abortar y no lo pueden hacer sin consentimiento paterno? ¿Qué les dirían el 72% de mujeres que tienen una pensión de jubilación por la que perciben unos ingresos igual o por debajo del SMI frente al 24,50 de los varones en la misma situación?.

¿Se atreverían a preguntarles a las mujeres que sufren algún tipo de discapacidad por la discriminación que padecen? ¿Se han cuestionado alguna vez las dificultades que tienen las mujeres lesbianas, bisexuales o transexuales y cómo son hostigadas por el heteropatriarcado? ¿Alguna vez se han preguntado, si las mujeres finalizan sus estudios universitarios con mejor nota que sus compañeros por qué contratan antes a un varón que a ellas? ¿Y han preguntado cómo se sienten las mujeres que lo tiene que abandonar todo por tener a una persona dependiente a su cargo sin que su trabajo sea remunerado?.

Pregunten a las refugiadas, a las violadas, a las abusadas, a las secuestradas, a las que sometieron a una mutilación genital, a las acosadas, a las deportistas, a las mujeres del mundo rural, a las que no pueden acceder a la educación…

Y ahora reflexionen; ¿es necesario el 8 de marzo? Y por favor, permítanme hacerles una sugerencia, mejor que flores y felicitaciones, acciones.

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