Respeto… Difícil asignatura

Respeto, he oído esta palabra en los últimos días a diestro y siniestro. Al parecer, el respeto en las grandes ciudades ha desaparecido. Sin ir mas lejos, hace dos días me lo comentaba una amiga que vive en París. Y, ayer, volviendo de celebrar el 31 en París, el taxista nos comentaba lo mismo. ¨No hay respeto en París, se ha perdido el respeto. La gente no te saluda, no te habla, y cuando cometen una imprudencia, no te piden perdón, al contrario, te gritan y te siguen faltando al respeto¨. Estas fueron las palabras del taxista. Fue como una terapia grupal. Por lo visto la ¨politesse¨ no está pasando por sus mejores momentos.

Pero la economía, los pequeños y grandes negocios, también han perdido el respeto hacia las personas. Y les pongo un claro ejemplo:

El retorno de París lo hicimos en tren y para ello, debíamos partir de la estación de Montparnasse. Precavidos y sabiendo que circular por París es sinónimo de atascos, llegamos con una hora de antelación. Y, como toda buena espera, nos adentramos en un bar de la estación. Todos sabemos que los precios en París, no son baratos, ya lo tengo asumido y sin problemas… pero ese bar, esa empresa, ese propietario… abusa del cliente, en pocas palabras es toda una falta de respeto. El bar sabe que clientela no le va a faltar, pues al día, por la estación de Montparnasse pasan una media de 175.000 viajeros y en fechas señaladas pueden llegar a los 400.000 viajeros.

Así que… ¿Por qué preocuparse por el cliente?  ¿Por qué tener…? Un local bien limpio, unas mesas bien dispuestas, cristaleras en condiciones… ¿Por qué ofrecer el servicio de ¨toilettes¨? Te remiten al de la estación SNCF… Tantos ¿Por qué? Que aún así ganan dinero, pero pierden mucho mas, después de ver como estaban preparadas las mesas y el ambiente tan… ¨vieillot¨ o pasado de moda y dejado de la mano de Dios. Y desde luego en las lámparas podías escribir tu nombre con el dedo, debido a la cantidad de polvo que había y que se veía de lejos, desde la otra punta del bar… Por favor, la limpieza no cuesta tanto.

A esto yo le llamo, falta de respeto y este ejemplo se está extendiendo por los negocios, a veces son los mismos empleados, descontentos y que no paran de recibir un mensaje cansino de sus responsables, bajo la tan nombrada palabra ¨crisis¨, los que transmiten esa falta de respeto hacia el cliente. Aprovéchese de la ¨crisis¨, como propietario o responsable del negocio, sí quiere, y no suba los salarios, no invierta en su negocio… Pero dígalo una sola vez, dos a lo mucho, porque luego, la excusa se transforma en mentira y a medio y largo plazo, su imagen como marca, como empresa, estará manchada por sus propios actos. La culpa no es de la crisis, la culpa la tiene una mala gestión, un marketing olvidado… en definitiva una falta de visión en los negocios.

Respetar nos hace mas humanos y nos abre nuevos caminos y oportunidades…

Y usted ¿El respeto en su negocio y hacia la sociedad, brilla por su ausencia?

Emil Serrano.

Consultant Marketing

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