Entre flores y decapitados

 

 

A lo largo del año se cuentan por decenas las agresiones que ha sufrido las esculturas de la ciuda. Decapitaciones, mutilaciones, pintadas… Desde hace tiempo asociaciones como Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural viene solicitando a Cultura la retirada de las mismas y su sustitución por réplicas para no tener que lamentar la pérdida definitiva de piezas históricas. Además, proponen restaurarlas y exponerlas de forma permanente o itinerante en diversas salas y museos de la ciudad.

Pero lejos de tener en cuenta esta opción, el Consistorio suele detectar las agresiones y repararlas con resultados ampliamente criticados, en la mayoría de casos, o retirarlas dando lugar a pedestales vacíos durante largas temporadas. Ocurre así, por ejemplo, con siete esculturas de los Jardines de Viveros.

En el último pleno los socialistas preguntaron si el Ayuntamiento estaba ya restaurando las figuras, a lo que la concejala de Cultura, Marñia Irene Beneyto, constestó que se procederá a ello en función del presupuesto disponible. Esta respuesta deja en el aire tanto la situación actual de las piezas como los plazos de reparación y devolución a sus ubicaciones.

“La Ley de Patrimonio Cultural Valenciano lo deja claro al obligar a las entidades locales a proteger y adoptar medidas necesarias tendentes a minimizar el deterioro, pérdida o destrucción de los bienes de todos los valencianos”, recordó el portavoz socialista Salvador Broseta, quien aprovechó para exigir a Cultura “voluntad política para conservar nuestro patrimonio artístico”.

Daños similares son los que padecen habitualmente los puentes históricos del viejo cauce, con pintadas y agresiones sobre las piedras centenarias que no reciben cuidado o reparación, pese a la presencia policial y la visita de inspectores de la Generalitat, según afirman la Administración Autonómica y Local tener en activo. Dos medidas que algunas entidades de defensa del patrimonio, vigilantes y críticas, ponen en duda. Las mismas que han solicitado sin éxito colcar cámaras en todos los entornos susceptibles de protección. La respuesta  de Conselleria siempre ha sido que esta propuesta era excsivamente cara como para poder contemplarla y se ha dejado en el aire el debate sobre la protección de la intimidad de los individuos al circular por lugares públicos.

Sin embargo, hace pocos días un grupo de vándalos atacó el Puente de las Flores, parte de la zona ajardinada del Parterre y maceteros de la calle La Paz. Valorados los daños en 7.000 euros en total y el Ayuntamiento ya estudia colocar cámaras en la citada pasarela para evitar nuevas agresiones a las plantas.

Siguiendo en la línea reivindicativa de vigilancia de entornos protegidos, reavivada por el intento de robo de las rejas de la antigua fábrica de Bombas Gens en Marxalenes, tal y como avanzamos en VLC News, la asociación de Cercle Obert acaba de iniciar otro trámite: exigir por registro de entrada al Ayuntamiento el aumento de la presencia policial para evitar que los cacos y vándalos vuelvan a las andadas. 

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