No hay opción para el descanso, para animales, trabajadores ni vecinos de la Protectora de Benimàmet. Gestionada por la asociación Modepran, una vez firmado un convenio con el Consistorio, sus 14 empleados llevan cerca de seis meses sin cobrar. A esta situación se que la población se ha triplicado y que los residente de las viviendas colindantes, en la calle Bétera y Camino Nuevo de Paterna, no pueden pegar ojo al caer la noche, aunque los decibelios están por las nubes a lo lar.
La solución para los vecinos está en la insonorización de las instalaciones valorada en 130.000 euros, pero ante la incertidumbre de la propia viabilidad de la entidad y el desconocimiento de si existen finalmente recursos para llevar adelante la medida hace que se prolongue el problema de insomnio.
Las instalaciones están habilitadas para alojar 44 jaulas. Sin embargo, «han triplicado el número de animales para el que están preparadas», explican los residentes del barrio. Así, la Protectora se encuentra saturada, pero tanto o más lo están vecinos y trabajadores.
Los retrasos que se dan, por tanto, son dos: el de las transferencias municipales a la entidad y el de la solución a los ruidos nocturnos. En junio del pasado año la Concejalía de Sanidad realizó mediciones acústicas, tras meses siendo reclamadas por la Asociación de Vecinos de Benimàmet. Sin especificar decibelios, «nos dieron la razón con que los ladridos, aullidos y llantos eran inaguantables», explican desde la agrupación.
Ya entonces la concejala Lourdes Bernal se comprometió a dar una solución y en julio se informó a los residentes de que se contemplaría una partida presupustaria en 2014 a tales efectos. Estamos hablando de una inversión de 130.000 euros para la instalación de paneles acústicos y pantallas protectoras.
Pese a que la Federación de Asociaciones de Vecinos ha iniciado las reuniones con la Administración, todavía quedan en el aire fechas y temas básicos para los ciudadanos como, por ejemplo, saber en qué se destinará el poco más de un millón de euros de los presupustos de este año a causas y necesidades vecinales, que ya anunció el pasado noviembre el concejal Alfonso Grau.
Esta es una de esas reclamaciones recogidas por los barrios a tener en cuenta para este año, más si cabe habiendo sido prometida por el Consistorio. En suspenso queda hasta la fecha, ¿cierre de la protectora o supervivencia y rescate al vecino?