18 de julio: hora de inaugurar

“Las inauguraciones de obras públicas y mejoras sociales en la capital y provincia con motivo de la fiesta del 18 de julio, suponen casi 287 millones de pesetas”, dice al Almanaque de “Las Provincias” que resume las noticias del año 1963. Donde también se informa que ese día “dentro de los actos conmemorativos del Alzamiento Nacional figura también la rotulación de la avenida de Campanar con el nombre de avenida del Alférez Provisional”.

El 18 de julio era entonces, como saben todos los lectores mayores, la Fiesta Nacional. Y se aprovechaba intensamente para evocar y recordar las bondades del Régimen. Los periódicos llevaban patrióticas ediciones especiales, en las que la Prensa del Movimiento ponía especial atención. A lo largo de varias páginas se glosaba no ya “la providencial misión del Generalísimo”, sino que se desmenuzaban tanto los progresos económicos e industriales –singularmente los embalses y las refinerías, las carreteras y los puertos—como la construcción de viviendas y otros progresos sociales.

Ese año de 1963, ahora hace 50 años, hubo, como cada año, recepción militar en Capitanía General. Pero también se dieron, como todos los años, los premios a las “empresas ejemplares”. En este caso le correspondió a la empresa Lombard, especializada en el sector de tejidos. En cuanto a los premios turísticos, que también se daban ese día, les correspondieron en 1963 al camping Santa Marta, de Cullera; a la sociedad Valenciana de Fomento de Turismo y a la empresa valenciana Viajes Meliá, que llevaba ya varios años desarrollando el negocio hotelero y de turismo.

Pero ese día era objeto, en los primeros años sesenta, de otro tipo de acto, como la inauguración de una serie de mejoras en el pueblo que la Diputación Provincial había “adoptado” durante el ejercicio. Porque la Diputación elegía un pueblo que estuviera especialmente atrasado y le daba un “repaso” modernizador instalándole o bien nueva pavimentación, o una fuente, o un lavadero.

Este año el pueblo al que la había llegado esa bendición fue Higueruelas, donde se hicieron reformas por valor de un millón de pesetas. Por descontado que el Gobernador Antonio Rueda y el presidente de la Diputación, Bernardo Lassala, pasearon ese día por el pueblo, acompañados del alcalde y de los concejales, con la banda de música al final del cortejo.

Diez años antes, en 1953, las obras inauguradas, además de la “Avenida de Castilla” que era la nueva penetración de la carretera de Madrid en la ciudad, fueron 108 viviendas en un grupo situado en la calle Pedro Cabanes (que costó 3’3 millones de pesetas completo) y otro conjunto de casas sociales, de 327 viviendas (presupuestado en 22’4 millones), con biblioteca, escuela y tenencia de Alcaldía, en el camino de Barcelona. Por añadidura, a la Gran Vía de Fernando el Católico le colocaron 183 farolas nuevas 880.000 pesetas), se alumbraron también las Alameditas de Serranos, mientras los Jardines de los Viveros se ampliaron con una parcela de 33 hectáreas.

El año anterior, 1952, se celebró la fiesta inaugurando, en Valencia, el nuevo alumbrado de la avenida del Reino, llamada entonces de José Antonio, así como los nuevos jardines de la Playa de Levante.

PUCHE

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