Arenas y Cascos niegan la existencia de una caja B en el Partido Popular

En su declaración ante el juez, los dos han negado haber percibido el dinero que figura en los apuntes contables del extesorero Luis Bárcenas y que todo lo que han recibido del PP lo han declarado a Hacienda, han informado fuentes jurídicas. De hecho, ambos han ofrecido sus declaraciones de la renta al juez, en las que figuran complementos retributivos del partido, y la acusación popular que ejerce ADADE ya ha anunciado que las reclamará.

Los dos ex secretarios generales han manifestado no obstante que, por su parte, no había un control de las donaciones de empresarios contratistas para no vulnerar la Ley de Financiación de Partidos y la Ley de Régimen Electoral, porque entendían que esa era labor del tesorero.

Álvarez-Cascos sí que ha admitido que entre 1990 y 1993 compatibilizó su cargo como secretario general con el de tesorero hasta la llegada a esa responsabilidad del también imputado Álvaro Lapuerta. Al ser preguntado por las acusaciones por los supuestos sobresueldos que presuntamente percibió cuando ya era ministro, lo que vulneraría la Ley de Incompatibilidades, el juez le ha permitido que no contestara a esas cuestiones para evitar incriminarse.

El único que ha admitido este martes  haber recibido dinero negro del PP, ha sido Cristóbal Páez, quien sustituyó a Bárcenas en la gerencia y que ha asegurado que recibió dos pagos por un total de 12.000 euros en abril de 2007 y junio de 2008 y que también cobraba en negro los trabajos de asesoría laboral que hizo para el partido desde 1986 hasta 1996.

No obstante, también ha asegurado desconocer la existencia de esa supuesta caja B, pese a que ha admitido, tal y como declaró Bárcenas el pasado 15 de julio, que tuvo en sus manos durante unas semanas -no los cuatro meses que dijo el extesorero- una carpeta con esos presuntos apuntes contables que le fue entregada al estallar en 2009 el caso Gürtel porque se temía un registro en el PP.

Ha asegurado que en ningún momento miró esos papeles porque pensaba que no era algo bueno, aunque ha señalado que le pareció ver unas hojas de formato Excel, similares a las que ha entregado Bárcenas para tratar de demostrar la supuesta financiación ilegal del PP durante veinte años. Páez, que ya no está vinculado al PP, permaneció un año en la gerencia del partido (de 2009 a 2010) y la abandonó al ser sustituido por el actual presidente del Consejo de Estado José Manuel Romay Becaría.

Antes ha declarado también como testigo el cajero del PP Antonio Ortíz, que ha explicado que el otro empleado de caja Luis Molero era quien le daba el dinero en sobres o en fajos de billetes y tras rellenar unos impresos lo ingresaba en el banco. Molero declaró el pasado 23 de mayo que Bárcenas le daba sobres con cantidades nunca superiores a 60.000 euros -para evitar que se vulnerara la Ley de Financiación de Partidos- para ingresarlo en el banco y que lo hacía seis o siete veces al mes. Según Ortíz, no se registraba el DNI para las donaciones anónimas, lo que, según las acusaciones, debe hacerse para que no se incumplan los máximos que se pueden donar.

Por su parte, Arenas ha rechazado también, alegando que él no se expresa en esos términos, que fuera cierto lo declarado el pasado 15 de julio por el extesorero Luis Bárcenas cuando explicó que al liquidar esa supuesta caja B, le entregó en marzo de 2010 el «remanente» de 4.900 euros y éste le dijo: «Chico, cógelos, los metes en un sobre y se los dejas al presidente y él sabrá lo que tiene que hacer».

Sobre la reunión en la que Bárcenas dijo que estuvo presente Arenas, y en la que el extesorero llegó a un supuesto acuerdo con Mariano Rajoy tras dejar su cargo 2009, el ex secretario general del PP ha explicado que efectivamente lo presenció y que en esa ocasión se le permitió mantener despacho en la sede del PP y un coche con conductor, pero que no se habló de emolumentos. Según la versión del extesorero, en esa reunión Rajoy se comprometió con Bárcenas a que seguiría cobrando su sueldo «sine die».

A su llegada a la Audiencia Nacional, Arenas, secretario general del PP de 1999 a 2003, ha sido recibido con gritos de «corrupto» y lemas como «Arenas a la trena» por parte de una veintena de afectados por las preferentes, lo mismo que le ocurrió a Álvarez Cascos cuando acudió una hora antes a la sede del tribunal y donde tuvo que escuchar como le llamaban «corrupto» o «chorizo».

Ir arriba