El vicepresidente del Gobierno valenciano, José Císcar, aseguró este jueves que no renuncian a la deuda histórica, ya que es algo que «corresponde» a los valencianos, pero consideró que cabe ser «realistas y plantear cuestiones que sean posibles y realizables en este momento».
Císcar señaló antes de participar en unas jornadas en Cierval sobre la gestión de los servicios públicos que «desde luego» hubiesen querido que en Les Corts se alcanzara un acuerdo unánime sobre la mejora de la financiación autonómica, pero otros grupos plantearon cuestiones que «no ayudan al consenso».
Uno de los escollos para el pacto fue la exigencia de la oposición de que se fijaran plazos para el pago de la deuda histórica, sobre lo que Císcar dijo que no se puede «pretender» que, en la actual situación de las arcas del Gobierno de España, «comunidades agraviadas por el sistema de financiación vayan a recibir en estos momentos ninguna deuda histórica».
«Nosotros lo que necesitamos en estos momentos es una mejora de la financiación sí o sí», aseveró Císcar, quien ha insistido en que en este momento «lo mejor» es la revisión del modelo, y que se aplique con carácter retroactivo a 1 de enero de 2014.
El Gobierno valenciano y su president, Alberto Fabra, tienen «clarísimo» que la financiación de la Comunitat «se tiene que mejorar», ha sostenido Císcar.
Por ello, añadió, aunque el Gobierno de España ha dicho que la reforma del modelo será en el año 2015, el Consell va a defender que se aplique con carácter retroactivo a partir del 1 de enero de 2014, una medida que es «irrenunciable», porque la Comunitat «no puede aguantar más» una situación que es «totalmente injusta».
«Otra cuestión en ese sentido no la entenderíamos», manifestó el vicepresidente, para quien los valencianos «ya han sufrido bastantes años el déficit de financiación», lo que les «perjudica notablemente», y por ello exigirán que al menos desde el próximo enero los valencianos tengan «la financiación que se merecen».