Del nuevo «striptease» de Baldoví al «adiós» irónico de Sánchez-Llibre

La gala, salpicada con vídeos de humor y anécdotas parlamentarias del año que ahora acaba, concitó en el Hotel Palace, a escasos metros del Congreso de los Diputados, a periodistas y políticos en un ambiente distendido y cordial previo a las fiestas navideñas.

Como en todas las competiciones, hubo vencedores y vencidos, y también algunos que respiraron aliviados después de librarse de alguno de los galardones de «castigo», auténtico anatema para jefes de prensa y asesores.

Los grandes triunfadores de la noche fueron Gaspar Llamazares (IU), premio «Emilio Castelar» al mejor orador; Josep Sánchez-Llibre (CiU), «Luis Carandell» a la mejor relación con la prensa; Joan Baldoví, de Compromís-Equo, premio «Azote del Gobierno», y el ministro Cristóbal Montoro, que se llevó el «Azote de la Oposición».

En el otro extremo, el «Castigo para la prensa» recayó en la ministra de Sanidad, Ana Mato, que competía con los socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba y Soraya Rodríguez, y con el diputado de IU Alberto Garzón.

En su discurso de agradecimiento -es la tercera vez que recibe el premio-, Sánchez-Llibre bromeó con cierta ironía sobre la posibilidad de que fuera la última gala a la que pudiera asistir como diputado nacional, en vista de las «circunstancias» políticas que se viven en Cataluña.

Sin pronunciar en ningún momento la consulta soberanista o la hipotética independencia de Cataluña que, en teoría dejaría a los diputados y senadores catalanes fuera del Parlamento, Sánchez Llibre añadió que, pase lo que pase, acudirá encantado el año que viene, si es que se le invita, claro.

No fue el único político premiado que se salió del guión. Joan Baldoví, aficionado en la tribuna del Congreso a las más variadas «performances», desde «desnudos» reivindicativos a la exhibición de cartelería, hizo lo propio ante periodistas y señorías. Terminó lo que no le dejó hacer en su día el presidente del Congreso, Jesús Posada: un striptease en el hemiciclo en protesta por los desahucios.

Esta vez, sin Posada presente y libre de las normas a las que obliga el decoro parlamentario, Baldoví se quitó chaqueta, corbata y camisa para mostrar una camiseta con un «Muchas Gracias», escrito en todas las lenguas oficiales.

Tampoco fue el único «desnudo» de la noche. Uno de los presentadores de la gala emuló también a Baldoví, pero esta vez para reclamar la libertad de los tres periodistas españoles secuestrados en Siria, exhibiendo también una camiseta con sus fotografías.

Como ya es tradicional, la cena y el posterior baile acabó bien entrada la madrugada, así que periodistas y diputados sufren hoy en sus caras los efectos de la falta de sueño, aunque unos y otros han acudido como es su obligación al pleno, que ha comenzado puntualmente a las nueve de la mañana.

El pleno de hoy, el último del año, es de los llamados «plenos escoba», que acumula media docena de puntos a debatir, desde la reforma de las pensiones, la ley de cajas de ahorros o la norma más importante del año, los Presupuestos Generales del Estado para 2014.

Sus señorías acabarán de votar como muy pronto a las seis de la tarde y, entonces sí, podrán irse a casa por Navidad. Algunos de ellos con un premio bajo el brazo. 

Ir arriba