Dificultades para mejorar la financiación de la CV

Pese a los intentos del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y gran parte de la sociedad civil valenciana por conseguir que el gobierno de Mariano Rajoy adelante una nueva financiación autonómica, en el  ministerio de Hacienda de Cristobal Montoro tienen dificultades para atender la demanda del PPCV.

El vicepresidente del Consell, José Ciscar, dijo ayer que “la única solución para el déficit de la Generalitat (-2,01 del PIB hasta el 30 de noviembre de 2013) es más financiación”, volviendo a reclamar una financiación autonómica en la que se tengan en cuenta población y servicios que presta la Generalitat.

Estudios de todo tipo han señalado en los últimos meses un agravio comparativo hacia la Comunidad Valenciana en el reparto de los fondos regionales que realiza el Ministerio de Hacienda. En los últimos años la Generalitat ha dejado de percibir entre 13.000 y 15.000 millones de € por la mala distribución de los fondos destinados a las CC.AA. En el PP se considera una deuda histórica.

Pero pese a la justicia de la demanda valenciana, hay dos razones poderosas que dificultan el cumplimiento de esa deuda y el establecimiento de una nueva normativa que equilibre el déficit histórico valenciana. La Generalitat tiene una deuda cercana a los 30.000 millones, que sigue creciendo por el desequilibrio entre gastos e ingresos.

La primera razón es la caída en picado de los ingresos fiscales del Estado por la crisis económica. Cae el IRPF y el Impuesto de Sociedades, así como otros impuestos recaudatorios. Y como dice el economista Luis Garicano en su libro “El dilema de España”, a menos ingresos en la Hacienda Pública toca a menos en el reparto para las comunidades.

Y si encima Catalunya sale primada para acallar el proceso soberanista, la Comunidad Valenciana tendrá dificultades para conseguir el reconocimiento de la deuda histórica y un nuevo sistema de financiación que equilibre las arcas regionales.

La caída de los ingresos viene dada también por el crecimiento de la economía sumergida. La media española se sitúa en el 24,6 % del PIB. Pero en la Comunidad Valenciana la economía sumergida es el 26,5 del PIB, que nio paga impuestos, ni IVA ni IRPF.

De ahí la insistencia del presidente Fabra por conseguir la unidad de los valencianos alrededor de la petición de una buena financiación autonómica. Extremo que no alcanza por la actitud de la oposición política que juega a la contra por debilitar al PP cara a futuras elecciones.

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