El Gobierno concluye la planificación hidrológica

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, dos reales Decretos con los planes de cuenca del Júcar y el Segura, respectivamente, con los que se concluye la primera fase de la planificación hidrológica con casi cinco años de retraso.

En concreto, el plan hidrológico de la cuenca del Segura define 63 masas de agua subterránea y 85 masas de agua superficial naturales y, según el Ministerio, cuenca con un régimen de caudales ecológicos basados en métodos eco-hidráulicos que contribuirán a la mejora de estas masas de agua.

Así, identifica siete bloques de acción y planifica una serie de actuaciones en cada uno: el manteniendo del valor económico, social y ambiental asociado a las superficies regables; la falta de garantía de los recursos hídricos; la sobreexplotación de los acuíferos; la calidad de las aguas subterráneas y superficiales; el mantenimiento de los caudales ambientales; el coste del agua desalinizada; y la defensa contra las avenidas.

El texto fue informado favorablemente con 71 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones por el Consejo Nacional del Agua el 26 de diciembre de 2013, tras su aprobación por el Consejo del Agua y el previo proceso de participación pública.

Respecto del plan hidrológico del Segura, aprobado también este viernes en la reunión del Ejecutivo, el Ministerio destaca que, por primera vez, establece regímenes de caudales ecológicos en un 12 por ciento de las masas de agua superficial, en especial en aquellas que tienen un carácter más estratégico.

En concreto, establece que las necesidades hídricas del lago de La Albufera es de 167 hectómetros cúbicos al año. Al mismo tiempo, identifica seis grandes bloques de acción y planifica actuaciones para cada uno de estos: los caudales ecológicos y los requerimientos ambientales; la restauración de ecosistemas; la calidad de las masas de agua; la atención de las demandas y la racionalidad del uso; los fenómenos extremos; y el conocimiento y la gobernanza.

Por otra parte, el nuevo plan del Júcar crea el marco adecuado para solucionar algunos de los problemas de gestión de esta demarcación, como la regulación del sistema de abastecimiento a Albacete, el reconocimiento del Convenio de Alarcón o las reglas de explotación en el sistema Júcar.

Sobre las actuaciones prioritarias, el Gobierno destaca la segunda fase de la sustitución de bombeos en el acuífero de la Mancha Oriental, lo que permitirá la utilización de aguas superficiales del Júcar para reducir la extracción de recursos subterráneos; y la modernización de los regadíos tradicionales en la Ribera del Júcar, que conducirá a reducir los volúmenes utilizados en esta unidad de demanda incrementando, por el ahorro obtenido con la modernización, las garantías de suministro en otras unidades.

Este plan hidrológico fue informado favorablemente por el Consejo Nacional del Agua (66 votos a favor, 7 en contra y 11 abstenciones) el pasado 26 de marzo de 2014, tras su aprobación por el Consejo del Agua de la Demarcación y el pertinente proceso de participación pública.

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