Este jueves el edil del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, comunicó que su consistorio presentó un recurso de nulidad ante la Subdelegación del Gobierno por el trazado del Corredor Mediterráneo. El alcalde tarraconense consideraba que “se ha obviado a las comunidades autónomas y municipios afectados”. La verdad es que es sorprendente que el primer edil socialista utilizará, durante la pasada campaña electoral, el ‘tercer carril’ como uno de sus argumentos políticos para ganar votos en la ciudad de Tarragona. Además de considerar que el Ministerio de Fomento no ha contado con los municipios por donde esta proyectado el trazado en el documento presentado incluía la conexión del carril con Arboç así como otros elementos como pasarelas y andenes.
El Gobierno valenciano no tardó en reaccionar y, sorprendidos ante las declaraciones de Ballesteros, reivindicó que el proyecto es “realista y se puede llevar a cabo”. La reacción del edil tarraconense sorprendió a los populares que atónitos no entendían como una vez “licitados tramos” por el propio Ministerio de Fomento ahora los socialistas catalanes pretenden retrasar las obras del Corredor Mediterráneo a su paso por Tarragona.
Ante tal acontecimiento las reacciones por parte del PPCV no tardaron en llegar. Este viernes Císcar, Castellano y Maluenda hicieron referencia a la “incoherencia” que supone que el grupo socialista catalán ahora presente ante la Subdelegación de Gobierno tal informe de nulidad e instigaban en sus declaraciones a Ximo Puig, representante de los socialistas valencianos, a que se postulara ante las afirmaciones de su ‘colega‘. Para el secretario general de los populares valencianos, Serafín Castellano, este cambio de postura supone «una nueva zancadilla de los socialistas hacia una infraestructura que es vital para el futuro de la Comunitat Valenciana».
«No entendemos que se pongan palos en las ruedas de ese proyecto por parte del alcalde socialista de Tarragona -manifiesto el vicepresidente y portavoz del Gobierno valenciano, José Císcar- Entendemos que debe reconsiderar su postura y rectificar porque el Corredor Mediterráneo es esencial y estratégico para todos, también para Cataluña».
Císcar insistió durante sus declaraciones en que no entiende la posición del alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, porque «incluso el propio Gobierno de Cataluña, los sectores económicos empresariales y el presidente del Consejo de Cámaras han destacado que para ellos es una infraestructura imprescindible». Según el portavoz del Gobierno valenciano, «a estas alturas todos los ciudadanos son conscientes de que el Corredor Mediterráneo es una infraestructura básica y vital para el futuro económico de la Comunitat y de otras comunidades».
Además, el vicepresidente y portavoz valenciano, recordó que el Ministerio de Fomento «está cumpliendo con todos los plazos que había comprometido para la ejecución de esta infraestructura y que el ‘tercer carril’ será una realidad en el año 2015 desde Valencia hasta la frontera francesa y en 2016 desde Alicante». Le pese a quién le pese.
A mitad de mañana el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, reaccionaba y argumentaba que los socialistas están “absolutamente comprometidos con un Corredor Mediterráneo potente” y que, las declaraciones de su compañero de partido catalán solo indicaban que “desde Tarragona quieren que se haga bien el tercer carril a su paso por la ciudad” y que desde su partido en ningún momento se oponían a la creación del Corredor Mediterráneo, simplemente, que “las cosas se tienen que hacer bien”. Las palabras de Puig no han calado. Es más, el socialista no ha hecho más que dejar correr un tupido velo a las declaraciones de su compañero de Tarragona. ¿El PSOE apoya el Corredor Mediterráneo pero presentan una moción de censura que retrasan las obras? Incoherencias.
La creación del Corredor Mediterráneo tiene como objetivo dar continuidad al ancho internacional para el transporte de mercancías y viajeros con el fin de convertirse en la principal plataforma logística del sur de Europa. Esta red permitirá el flujo de mercancías entre España y Europa además de la ventaja que supondrá para el sector turístico, cuando los pasajeros reduzcan su tiempo de viaje considerablemente.
Tras años de lucha por hacer realidad este proyecto así como el consenso al que llegaron socialistas y populares, de la Comunitat y Cataluña, las declaraciones del edil tarraconense han sentado como un jarro de agua fría y han reabierto viejas heridas ante el posible retraso que este ‘problema’ pueda conllevar.