El PP y el tripartito dinamitan la elección del Síndic de Greuges

José Cholbi asistió como invitado al pleno de Les Corts de este miércoles con la esperanza de que un acuerdo entre los grupos salvara a última hora su renovación como Síndic de Greuges. Pero no fue así, y en su lugar presenció cómo la intransigencia de unos y el juego a dos bandas de otros le dejaban tal cual, como espectador, durante una temporada más.

Tras el juramento de Juan de Dios Navarro como nuevo diputado del PP en sustitución de Milagrosa Martínez, el portavoz del grupo socialista, Antonio Torres, pidió un receso para intentar llegar a un acuerdo antes de que dieran comienzo las votaciones para la reelección de Cholbi y para los nombramientos de las vacantes pendientes en el Consell Valencià de Cultura y el Consell Jurídic Consultiu.

Pero las caras que mostraban los síndicos de los cuatro grupos al salir de la reunión presagiaba, justo antes de volver al hemiciclo, que no había consenso. El PP y el PSPV pidieron a Compromís que retirara su propuesta para la Sindicatura de Greuges y, a cambio, los populares apoyarían que la coalición ocupara la vacante en el CVC que tiene pendiente de cubrir casi tres años. Curiosamente, no hubo condiciones para EU, a la que los dos partidos mayoritarios han excluido de las negociaciones aunque en todo momento garantizaron el apoyo a Ernest Lluch para la institución cultural.

Compromís no aceptó la condición por coherencia con la persona que habían propuesto, Manuel Alcaraz, aunque minutos antes del pleno fuentes de la coalición admitieron que la opción de Cholbi era «votable». La postura de este grupo obligó a los socialistas a mantenerse en lo que el secretario general del PSPV, Ximo Puig, avanzó la semana pasada: no se apoyará la reelección del Síndic de Greuges si hay «vetos» a otros partidos.

 

Voto díscolo en el PP

Así que empezaron las votaciones. Primero, la del Síndic de Greuges. Dos veces, porque en la primera no logró los 66 votos necesarios, y tampoco en la segunda, por lo que queda pendiente una tercera que se podrá fijar en el orden del día de otro pleno en el momento en que haya acuerdo.

El recuento de papeletas dibujó además un curioso escenario. La propuesta de Alcaraz recibió un voto más que el número de parlamentarios de Compromís en la primera vuelta, y la de Ofelia Vila (la opción de EU) fue la agraciada con el voto díscolo en la segunda ocasión. Aunque en un primer momento se especulaba con que el verso suelto estuviera en la bancada socialista, después se confirmó que Torres no había participado en la primera votación, y que la propuesta de Cholbi obtuvo 45 votos de 46 diputados populares presentes.

El mismo camino se siguió con las votaciones sobre el CVC y el CJC, que se realizaron a la vez en dos urnas separadas, y también fueron necesarias dos vueltas para confirmar que no había acuerdo. Respecto al primer órgano, para el que hacen falta también 66 votos, las propuestas de Sole Giménez (PSPV), Ernest Lluch (EU) y Ramón Roselló (Compromís) recibieron el apoyo de los tres grupos. Pero además el último, candidato vetado por el PP, obtuvo un voto más: el de algún diputado popular, tal vez el mismo que había roto la disciplina de grupo en la votación del Síndic de Greuges.

En cuanto al Jurídic, para el que hacían falta 60 votos, la propuesta del PSPV, Margarita Soler, obtuvo el apoyo de los diputados socialistas y de Compromís pero el rechazo del PP y de EU.

Tras dos horas de votaciones infructuosas, llegó el turno del cruce de declaraciones en los pasillos. El portavoz del PP, Jorge Bellver, acusó al PSPV de haber roto el pacto al que habían llegado por «debilidad» hacia Compromís. Mientras que el resto de grupos parlamentarios acusó a los populares de «intransigencia» y de «revanchismo». Lo cierto es que la reelección de Cholbi sería posible con los votos de los grupos popular y socialista, y que la entrada del nombre propuesto por Compromís al órgano cultural no afecta para nada a la composición de la institución ni a la representación de los dos grandes partidos en ella.

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