Ante el anuncio de aprobación del Consell Social de les Llengües el pasado viernes 8 de junio por parte del gobierno de Puig y Oltra, José María Llanos, presidente provincial de Vox Valencia ha manifestado que “se trata de otro caro e inaceptable mecanismo público del aparato de catalanización del govern del Botànic”.
Para Llanos, “el Botànic da, con la creación de este organismo oficial, una nueva vuelta de tuerca en el proceso de catalanización y arrinconamiento del castellano y el valenciano, las dos lenguas oficiales en la Región Valenciana”, añadiendo que “se trata de un ente político sectario, innecesario, que acarreará un coste importante para los bolsillos de los ciudadanos, que tendrá por función acelerar y afianzar el proceso de sustitución lingüística de castellano y valenciano en administraciones públicas, justicia, y otros ámbitos de participación ciudadana como el Consell de la Joventut, la Federación de Municipios y Provincias o el Consejo de Consumidores y Usuarios”.
Para Llanos resulta, además, un ente “en todo punto clientelista”, en tanto en cuanto podrá disponer de hasta veinte vocales adicionales a los establecidos en su composición, “hecho que será utilizado con toda seguridad por el propio Consell para poner en nómina pública por un período mínimo de seis años a amigos, correligionarios y representantes de entidades pancatalanistas de la línea de Escola Valenciana, Acció Cultural, El Micalet, El Tempir o Plataforma per la Llengua”, hecho del que, desde Vox, “evidenciamos públicamente para conocimiento de toda la sociedad valenciana”.
Llanos ha afirmado con rotundidad que “tan pronto como lleguemos a las instituciones, trabajaremos para eliminar no solo el nuevo Consell de les Llengües, sino también la Dirección General de Política Lingüística (DGPL) y todas las oficinas y servicios de ‘normalització’ de los ayuntamientos y diputaciones, que implantaron PSPV y PPCV”. Para terminar, el representante de Vox en Valencia ha añadido que “nuestro objetivo tan pronto como sea posible -previa retirada de la dotación presupuestaria a la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) y supresión de la remuneración de sus académicos-, es el de abrir un debate público con el fin de generar el consenso político necesario para proceder a la derogación de la Academia Valenciana de la Lengua, o, en su caso, la reforma legislativa que reconvierta la entidad en un verdadero ente normativo del valenciano, no en el actual ente prescriptivo catalanista que es”.