La nueva era del Tribunal de las Aguas

 

 

El Tribunal de las Aguas rezuma tradición milenaria pero se deja ahora envolver por aires nuevos. La nueva presidencia llega con ideas tan respetuosas con la institución como frescas que vendrán a reforzar su fundamento histórico y se basan en «una mayor visibilidad», de forma constante en internet; itinerante, a través de exposiciones en Valencia, España y Europa; y semanal, a los pies de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia. 

Así lo explicó a VLC News el recientemente nombrado presidente del tribunal consuetudinario, Enrique Aguilar, tras encabezar la última reunión de la comundad de regantes este jueves. En tan solo 8 minutos despacharon y juzgaron a un único denunciado, de la acequia de Tormos, y ante la atenta mirada de cientos de turistas y curiosos. 

Esta nueva era pasará por la renovación de la página web -que está en marcha a falta de presupuesto para lanzarla-, un convenio con la Universitat de Valencia para recopilar gráficamente la historia del tribunal y realizar exposiciones, una mayor proyección mediática y la instalación de micrófonos durante las reuniones para hacer más audible a los presentes qué se dice en cada una de ellas. 

«Tenemos muchas ideas pero cacaos, ni uno», exclamaba este jueves entre risas en declaraciones a este periódico en la Casa Vestuario tras la cita, apenas una hora antes de reunirse con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Un firme objetivo en mente: pedirle impulso económico para hacer que todos estos proyectos sean una realidad. 

«Sí contamos con dinero de la Unesco que en estos momentos tiene en París una exposición fotográfica sobre nuestro Tribunal de las Aguas», explicó Aguilar. La intención es traerla a España y «si no llega, realizarla igualmente con el apoyo de la Universidad ya que contamos con un material gráfico muy extenso, de unas mil fotos. Me gustaría exhibirlo en Valencia pero muy especialmente hacer una muestra itinerante por los pueblos de la provincia», continuó. 

Por su parte, Barberá se mostró interesada en «abrir el tribunal a la sociedad» durante la prmera reunión de Aguilar con la alcaldesa, ya que fue designado máximo responsable del Tribunal de las Aguas hace tres meses. Ahora, el Tribunal se mantiene a la espera de esa colaboración solicitada con el Consistorio. 

Sí quedan descartadas opciones como la de realizar recreaciones más extensas del tribunal, con actores y figurantes, ya que pese a poder ser de interés turístico «no podemos permitir que se convierta en un acto teatralizado, sino más bien todo lo contrario. Debemos velar por la supervivencia de una institución que viene funcionando mil años, con la solemnidad y respeto que merece», afirmó el presidente. 

El Tribunal «es un ejemplo de justicia, ya que formaliza la sentencia al momento y los regantes la acatan» encargada de dirimir los conflictos generados por el agua de riego entre los agricultores de las Comunidades de Regantes de la Vega de Valencia. Dio muestras de ello una vez más este jueves, condenando al denunciado a canalizar sus terrenos correctamente para evitar el desperdicio del aguay

«Contamos con el respeto de las comunidades de regantes «que son un ejemplo de generosidad en el reparto del agua, puesto que si una acequia lleva menos agua, la otra se la cede sin problema alguno y dentro de un ambiente de cordialidad», apostilló Aguilar. 

Escogido en junio de este año, se confiesa «satisfecho y orgulloso» de ostentar este cargo porque, aunque no imaginó «nunca postularse a la presidencia, es a lo máximo que puede aspirar un regante de Valencia». De hecho, asume su papel como «un trabajo» pero también como «una enorme gratificación» que, además, le permitirá participar como ponente y tertuliano en varios foros. 

Patrimonio Cutural Inmaterial 

El Tribunal de las Aguas, que en el año 2009 fue designado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, está formado por un representante de cada una de las comunidades de regantes que forman parte de la Vega de Valencia, en total nueve (ocho más el Presidente).

Cada jueves se constituyen formalmente en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, en la plaza de la Virgen para celebrar un juicio rápido, oral e íntegramente en valenciano.

En esas sesiones el denunciante, que suele ser el guarda de la acequia a la que pertenece el infractor, expone el caso ante el Tribunal, y después el denunciado se defiende a sí mismo y responde a las preguntas del síndico de la acequia a la que pertenece.

A continuación el Tribunal, con la excepción del síndico de la acequia en cuestión, decide la culpabilidad o no del denunciado, y en caso afirmativo, es el síndico de la acequia quien impone la pena a pagar por el infractor, de acuerdo con las Ordenanzas de la propia Comunidad de Regantes. 

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