La polémica ordenanza de uso de la vía pública sale a flote sólo con el respaldo del PP

La Ordenanza Reguladora de Ocupación de Dominio Público Municipal, que tantos debates y críticas ha suscitado por parte de la oposición y asociaciones en las últimas semanas, ha salido a flote tal y como el PP la planteó en primera instancia gracias a los votos del equipo de Gobierno y sin el respaldo del resto de grupos en el hemiciclo.

Esta nueva norma que establece «los criterios para, por ejemplo, autorizar terrazas en las calles o la presencia de artistas y músicos en la vía pública», según fuentes municipales, será expuesta al público tras haber sido aprobada este viernes durante el pleno de forma inicial.

Pese a este paso, EU ha instado al equipo de Barberá «a la reflexión» ya que, según sostiene su formación, «esta norma tenía que haberse consensuado, ya que se trata de un texto muy complejo y así se podrían haber evitado muchas de las polémicas suscitadas”. La lucha de EU, según ha explicado la concejal Rosa Albert, va a ser velar por el descanso vecinal y hacer de la calle un espacio accesible y común frente a las amplias posibilidades que se ofrecen a los empresarios con esta nueva ordenanza: «pueden verse favorecidos por la regulación de la ocupación de la vía con mesas y sillas», ha dicho.

En esta línea se expresó también el concejal del PSPV Salvador Broseta quien ha indicado que la norma “es la demostración de una propuesta unilateral” y ha reclamado “que la banda libre peatonal establecida en la normativa municipal sea más amplia -de 1,80 metros-, tal como recoge una orden ministerial para garantizar el uso no discriminatorio de todas las personas”.

Compromís, por su parte, con Joan Ribó como portavoz, ha recordado que la mayor «preocupación de su grupo es que esta norma, restrictiva, no preserve algunos derechos fundamentales, que se pueden ver atacados con algunos artículos como los que velan por el uso de las plazas». Su compañera de grupo, Cónsol Castillo, ha considerado que la nueva Ordenanza, “que es excesivamente larga, no vela por los artistas y creadores, que sufrirán las consecuencias de la nueva normativa”.

En contraposición, el Concejal Delgado de Coordinación Jurídica y Actividades,  Félix Crespo, ha defendido el texto que trata, según sus palabras, «de establecer criterios racionales en el uso de la vía pública que es ocupada por fiestas tradicionales, mercadillos, casetas portátiles, actuaciones musicales, mesas informativas, unidades móviles, acontecimiento deportivos, contenedores de ropa usada, cajeros automáticos, venta de productos, etc».

La Ordenanza establece una serie de determinaciones para la concesión de la autorización. En primer lugar, la banda de paso peatonal se incrementa en 30 centímetros (pasa de los 1,20 metros actuales a 1,50), excepto en Ciutat Vella (donde las aceras son más estrechas), y se fija en 0,50 metros la distancia desde el bordillo de la calzada a las mesas, “pero estos son casos excepcionales motivados por la trama urbanística”, especificó Crespo.

Respecto a las actividades artísticas, toda la normativa es nueva ya que no existe regulación previa. El texto articula tres zonas (centro de la ciudad y el resto) y varias categorías categorías (plástica, escénica y con repercusión sonora). Las autorizaciones tendrán un plazo máximo de tres meses, «por lo que deberán renovarse al cabo de éstos».

Como norma general, ha explicado Crespo, «se fija un tope de 40 autorizaciones para cada categoría y para cada zona, lo que daría un máximo de 240 al año en total. Si se produjeran más solicitudes, se dará prioridad a aquellos artistas que puedan acreditar conocimientos de su modalidad creativa (música, pintura, circo…)».

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