Los dueños de los chiringuitos de la Malvarrosa respiran ya tranquilos

La alegría de la huerta es uno de los establecimientos que ha firmado la propuesta. Esta iniciativa les va a permitir realizar el trabajo que siempre han llevado a cabo y que en determinados momentos vieron peligrar. Mercedes Martínez, su dueña, afirma estar conforme con esta medida acordada por todos pues les permite «mantener el negocio y seguir trabajando como siempre lo hemos hecho.»

Como informó VLCNews el pasado jueves, esta iniciativa va encaminada a defender la idea de que Turismo y Medio Ambiente van unidos de la mano. A través de ‘Chiringuitos Responsables’ se propone la idea de combinar la excelente oferta turística litoral que posee la Comunidad Valenciana con el respeto por el entorno, que es el mayor atractivo de la comunidad. 

Al igual que Mercedes, otros 7 propietarios de los 14 chiringuitos ubicados a lo largo del paseo marítimo de la Malvarosa, ejercen ya desde hace unos años su trabajo sin la ayuda de nadie, por lo que «si nos dejan estar aquí cómo siempre, es la tranquilidad máxima», reconoce. En la misma línea, todos los establecimientos que firmaron a favor de la propuesta no sólo van a ser calificados de actividad responsable con el medio ambiente sino que, como defiende Mercedes van a poder seguir realizando esa actividad «mantener nuestro trabajo es lo fundamental. Nosotros sólo queremos trabajar».

Con esta iniciativa, la imagen de estos establecimientos de cuyos servicios han disfrutado y disfrutan cada día miles de personas no puede más que mejorar. El mismo trabajo de siempre, sólo que tal vez con alguna garantía de éxito fruto de esta iniciativa. «Si tenemos que pagar lo haremos como toda la vida lo hemos hecho. No hemos obtenido nunca beneficio ni ayuda de nadie. El pagar quitar, montar, desmontar lo hemos hecho nosotros siempre.»

Unido a las actividades de voluntariado, muchos locales no sólo manifiestan su conformidad con la medida, sino que proponen iniciativas propias como muestra del compromiso con la misma. Por ejemplo, acaumular un número concreto de colillas en los locales para ir sumando puntos y así obtener un refresco como recompensa. Medidas que incluyen al usuario y al empresario en su labor de compromiso y concienciación con el entorno.

Estos negocios toman un nuevo rumbo y los propietarios se adaptan, mejor o peor, y siempre desde la garantía de que se está respetando el entorno. «El cambio siempre es bueno y todo lo que suponga mejorar para seguir trabajando está bien. En definitiva, dar a la gente todo lo que en realidad se merece.»

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