Una marea verde ha discurrido este sábado por las calles del centro de la ciudad de Valencia en una manifestación convocada por la Plataforma per l’Ensenyament Públic para protestar contra los «recortes» en educación.
Convocada bajo los lemas de ‘Cap escola es tanca’, ‘Aturem la LOMQE’ y ‘No a les retallades’ (‘Ninguna escuela se cierra’, ‘Paremos la LOMCE’ y ‘No a los recortes’), muchos asistentes portaban globos y camisetas con la inscripción ‘Estimem la pública’ (‘Amamos la pública’).
En la cabecera, el responsable de Acción Sindical del Sindicat de Treballadors de l’Ensenyament del País Valencià (STEPV), Marc Candela, ha explicado que esta es una «nueva manifestación de la comunidad educativa para continuar la lucha» que están desarrollando en los últimos años para «rechazar las políticas de recortes de la Conselleria de Educación y del Gobierno español y para manifestar nuevamente el rechazo a la nueva ley educativa, la ley Wert».
Candela ha destacado que a esta situación hay que añadir «el brutal recorte de unidades en Educación Infantil del curso que viene» que, incluso, según ha advertido, «llegará a cerrar escuelas en el País Valencià por primera vez».
De hecho, a la marcha también han acudido miembros de la plataforma ‘Tots som Cremona’ con sus características camisetas naranjas, que llevan 80 días encerrados en el CEIP Ciutat de Cremona de Alaquàs «en su lucha para mantener la escuela abierta» con «una dignidad ejemplar», ha subrayado el portavoz de STEPV, quien ha avanzado que la Plataforma realizará nuevas movilizaciones al inicio del próximo curso «para rechazar la ley que se aplicará el 1 de septiembre».
Por su parte, el vicesecretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FE CCOO-PV), Ángel Vela, ha comentado que están en la calle «porque la política de recortes del gobierno valenciano continúa en la educación» y ha reivindicado que se elimine «el decreto de ratios y se pase a la situación anterior al decreto de Wert de 2012» porque, según sus palabras, «en este momento se estaría en peligro incluso una tercera parte de la propia red pública de enseñanza».