En los campamentos participan también 36 voluntarios de Cruz Roja, que atienden las necesidades específicas de los usuarios que disfrutan de unos días de juegos y entretenimiento. Los usuarios son mayores de ocho años, adolescentes y adultos. Los albergues de verano se organizan teniendo en cuenta la edad y las necesidades de cada uno de los participantes.
La iniciativa pretende ofrecer un recurso de ocio adaptado, donde los participantes, a través de actividades lúdicas, disfruten de sus vacaciones con personas de su edad. Debido a las necesidades específicas del colectivo es necesario contar con voluntarios especializados en la atención a personas con discapacidad. De hecho, buena parte de los monitores de ocio y tiempo libre voluntarios son especialistasen la atención a personas con discapacidad.
Este es el primer año en el que Cruz Roja organiza estos campamentos, que forman parte de la campaña de verano que ofrece el Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS) y que pretende ofrecer un ocio adaptado a las necesidades de sus usuarios, a la vez que un apoyo y un respiro a las familias de los participantes. Cada uno, de hecho, desarrolla sus propias actividades, pero entre ellas está las excursiones a la playa o a piscinas, talleres de estimulación, juegos o paseos, entre otras muchas iniciativas.