La semana pasada la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia intensificó la campaña contra los mosquitos mediante un tratamiento larvicida por medios aéreos. En VLC News hemos hablado con Elisa Caballer Bellido, licenciada en Biología y Ciencias Ambientales por la Universidad de Valencia, y miembro del Departamento Técnico de Bioteknia Servicios Ambientales sobre los mosquitos; cuáles son los más comunes, los efectos de sus picaduras y cómo podemos evitar ser presa fácil de sus picotazos. Elisa nos responde a unas preguntas.
¿Los mosquitos son comunes?
Sí, además existen gran cantidad de especies. En general, los mosquitos son insectos pertenecientes al orden Diptera, igual que las moscas, llamados así porque a diferencia de los demás insectos, tienen el primer par de alas reducido a unas diminutas estructuras llamadas balancines (que usan para el equilibrio en el vuelo), lo que hace que sólo tengan un par de alas funcionales.
¿Cuáles son los mosquitos que predominan?
De las especies que pican a humanos y mascotas descritas en España solo podemos encontrar 5 con alguna frecuencia en núcleos urbanos. El ‘culex pipiens’, es el mosquito más abundante en nuestras ciudades suelen picar a aves y colonizan parques, jardines y zonas con abundante vegetación. Otras variedades son el ‘ochlerotatus caspius’, el ‘culiseta longiareolata’ y el ‘anopheles atroparvus’, estas especies suelen estar en zonas húmedas y por último, el más abundante es el ‘aedes albopictus’ más conocido como mosquito tigre, que es una especia alóctona que quiere decir que no es propia del lugar que es invasora. Este mosquito está causando importantes molestias sobre todo en las zonas urbanizadas. Es un mosquito pequeño, de color negro con rayas blancas en el dorso y patas que permite identificarlo fácilmente.
¿Cómo se comportan?
La mayor parte de los mosquitos son de hábitos nocturnos, siendo más frecuentes al crepúsculo y al amanecer. A pesar de ello, algunas especies como el mosquito tigre pueden estar activos durante el día; el factor que limita su actividad diurna es la humedad del ambiente. El resto son especies mamófilas, que chupan sangre, y entran con frecuencia a picar en las habitaciones, incluso pueden entrar en vehículos desplazándose cientos o miles de kilómetros con ellos; especies como ‘ochlerotatus caspius’ pueden desplazarse hasta cerca de 20 kilómetros para buscar un hospedador al que chupar sangre.
¿Es cierto que sólo pican las hembras?
Sí. Para poder vivir tanto los machos como las hembras se alimentan de jugos vegetales y de néctar de flores, o azúcares de frutos maduros, pero las hembras de la mayoría de especies necesitan además ingerir sangre para la maduración de los ovocitos y realizar la puesta de los huevos. Hay especies que se alimentan de hospedadores muy concretos, aves, anfibios, pero muchos de ellos, sobre todo los que no interesan como plaga, son oportunistas alimentándose de los hospedadores que encuentra en su zona de cría.
¿Por qué son tan frecuentes en verano?
Las larvas y pupas son obligatoriamente acuáticas. Se desarrollan en aguas estancadas o que circule muy lentamente. La duración del ciclo completo dependerá de la temperatura del agua que a su vez depende de la temperatura del aire. Por eso, en verano se dan las condiciones óptimas de temperatura, entre 25 y 32ºC en nuestras latitudes, y lo normal es que el ciclo dure entre 10 y 16 días, aunque algunas especies de ‘aedes’ y ‘ochlerotatus’ pueden realizar todo el ciclo en 7-8 días, con lo que el control resulta muy difícil.
¿Qué daños provocan?
Las hembras poseen una trompa muy alargada, lo que le permite atravesar la piel y acceder directamente a los vasos sanguíneos. Como en todos los insectos hematófagos, es la reacción alérgica a algunos de los componentes de la saliva lo que produce las lesiones típicas en las personas sensibles. Estas lesiones pasan por una pápula más o menos desarrollada, enrojecida y que normalmente produce picor (el famoso habón). Hay personas a las que les pueden picar, pero como no están sensibilizadas a los componentes de la saliva no reaccionan y llegan incluso a pensar que no les pican, pero no… ¡nos pican a todos!
Algunas especies como el mosquito tigre pueden atravesar fácilmente la ropa con su aparato picador, dando origen a esas lesiones típicas de picadura en la espalda o las piernas, sitios que no han estado expuestos al ambiente exterior.
¿Pueden transmitir enfermedades?
Las hembras de estos mosquitos pueden transmitir numerosas enfermedades, tanto entre animales, como entre personas o entre ellos (enfermedades compartidas). Son mucho más frecuentes en países tropicales, donde además suelen tener presencia activa durante largas temporadas.
Tal vez el mayor problema para las personas siga siendo el “paludismo” o “malaria”, producida por protozoos parásitos, y transmitida por mosquitos del género ‘anopheles’. A pesar de considerarse una enfermedad tropical, en los últimos años se han declaro focos importantes en Grecia, incluso un caso autóctono en España donde llevábamos 60 años libres de la enfermedad. También pueden ser transmisores de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla o el virus del Nilo occidental.
También es importante su papel como transmisores de enfermedades en nuestras mascotas. En la Comunitat es especialmente sangrante el caso de la Leishmaniosis, enfermedad causada por un protozoo del género Leishmania, que es transmitido por la picadura de un mosquito del género ‘phlebotomus’, y que ya se ha convertido en un problema endémico.
¿Es efectivo el control de mosquitos, como el promovido por la Generalitat?
El control de poblaciones de mosquitos es un tema muy complejo, sobre todo debido a que adultos y larvas se desarrollan en medios distintos (los adultos son aéreos, mientras que las larvas son acuáticas). Tradicionalmente se han empleado tratamientos contra adultos, pero hoy en día ya no se hace, debido a que no son selectivos y matan a todo insecto que se encuentre en la zona, incluyendo fauna útil, como las abejas y otros polinizadores.
Por eso, los Ayuntamientos y la Consellería se inclinan por tratamientos larvicidas aplicados directamente sobre los distintos focos de cría: charcas, estanques, humedales etc. Aunque se utilizan vehículos aéreos como helicópteros, no se trata de “fumigaciones masivas”, sino que se utilizan para localizar estos focos de cría, para tratarlos antes de que la población se desarrolle.
¿Qué podemos hacer nosotros para prevenir las picaduras?
A nivel doméstico, también hay cosas que podemos hacer para evitar en lo posible los focos de estos animales. Sabemos que las larvas necesitan desarrollarse en aguas estancadas, por eso la medida más eficaz es eliminar todos los puntos donde pueden criar. Tapar con mosquitera los respiraderos de sistemas de pozos ciegos o respiraderos de sótanos. Evitar la presencia de objetos que puedan acumular agua en los jardines, terrazas u otras zonas próximas a las habitaciones. Poner las macetas y otros recipientes vacíos boca abajo para evitar que se acumule agua en su interior. Retirar basuras como neumáticos usados, botellas y jarrones rotos, latas plásticos, etc. que puedan retener agua de la lluvia. Limpiar y vaciar las piscinas si no se usan o clorarlas adecuadamente si se mantienen con agua. Especies como el mosquito tigre pueden criar en pequeños volúmenes de agua (el agua retenida en una maceta es suficiente), por lo que tenemos que ser extremadamente cuidadosos a la hora de vigilar y retirar los potenciales recipientes y lugares donde pueden criar.
Para finalizar, a parte de los mosquitos, ¿hay más plagas de insectos que surgen durante verano?
No sólo los mosquitos aumentan en verano. Todos los insectos dependen directamente de la temperatura ambiental para desarrollar sus ciclos, de forma que especies que el resto del año no suponen casi ningún problema, se vuelven un veradero quebradero de cabeza con la llegada del calor. Así, las cucarachas, las hormigas y más recientemente, la invasión de las chinches de la camas multiplican su presencia y sus molestias durante estos meses.