Pasear sobre l’Almoina, cero euros

La piscina de l’Almoina ha sido protagonista de diversos sucesos en los últimos años. Desprovista de agua y tapada con una lona impermeable para evitar las consabidas filtraciones a los restos arqueológicos en caso de lluvia, la base de cristal que hacía las veces de techo translúcido ha desaparecido y ha servido de recipiente para botellones y basuras en numerosas ocasiones. Un paso más allá, VLC News ha sido protagonista de escenas como la que demuestra la imagen que acompaña a estas líneas: personas andando sobre el cristal protegido, a plena luz del día y sin una llamada de atención por parte del propio museo o la Policía Local.

Existen unas vallas que delimitan la piscina y que resultan suficientes a un peatón y ciudadano responsable, tanto con suSuciedad acumulada en la lona de la piscina de l'Almoina. integridad como con el patrimonio, para no pasar. Pero, efectivamente, hay huecos entre unas y otras (fácilmente manejables) y no hay indicativo que prohíba el paso de forma expresa. Por lo tanto, cualquiera que tenga la ocurrencia de saltar, lo tiene hecho. Más si cabe, sin supervisión ni vigilancia de ningún tipo.

«Si no existe un cartel de «prohibido el paso», no podemos hacer nada», explicaron a este periódico fuentes de la Policía Local. No hay sanción administrativa para este tipo de actitudes, «es como si alguien accede a una obra. Lo máximo que se puede hacer es pedirle que salga y tomar nota». No obstante, a la Policía no le consta ningún tipo de actuación en este sentido u otro en el recinto.

Otra cuestión es si se produjera un daño sobre el patrimonio, estando en riesgo o no la integridad personal. Si en lugar de un simple paseo o una imprudente aventura para sacar una foto estuviéramos hablando de saltos y brincos o visitas en masa al techo acristalado de gran parte de las ruinas del museo que llevaran a mayores grietas, desprendimientos o directamente daños sobre las piezas, «ya sería otra cuestión» que llegaría a manos de Patrimonio y de la Justicia, apuntan desde el Cuerpo.

Si necesidad de tener que lamentar esto y llevar a cabo medidas de protección para impedir que volvieran a repetirse, en el subsuelo persiste la problemática de hace tres meses, cuando varias entidades llevaron ante el Síndic de Greuges la petición de presión a la Administración para arreglar los desperfectos presentes en el Bien de Relevancia Local. Vitrinas rotas, alguna gotera, cuatro pantallas que no funcionan, cinco audiovisuales que reinincian, se cortan o dan error… Deficiencias que Cultura ya admitió en verano del pasado año.

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