Solo el 25% de la Marina Real será urbanizable

 

 

El Plan especial de la Marina Real Juan Carlos I reserva el 75 por ciento de los casi 587.000 metros cuadrados que configuran el ámbito para espacios abiertos, mientras que el 25 % se destinará a construcción, según explicó este lunes el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Novo.

La Comisión de Urbanismo aprobó someter a información pública el Plan Especial de la Marina Real, que permanecerá en exposición durante un mes.

Novo ha explicado que se ha iniciado el proyecto de planeamiento de la Marina Real, necesario para poder dar «carácter definitivo» a los usos, «especialmente si son de largo recorrido en el tiempo».

El plan especial pretende asegurar la ordenación urbanística de todo el conjunto de suelo que conforma la Marina Real, que va a gestionar de manera directa el Consorcio Valencia 2007, entidad integrada por las Administraciones estatal, autonómica y municipal, ha explicado.

Novo recordó que se trata de un proceso de planeamiento, que no debe confundirse, «y menos deliberadamente», con los usos que se den en dicho planeamiento.

«Es decir, que una parcela sea de uso dotacional, terciario o zona verde se decidirá a posteriori. No se dice ahora si, por ejemplo, en la zona terciaria ha de ir un hotel, unas oficinas o una zona comercial; o si una zona verde debe llevar setos o juegos infantiles», precisó.

Además, defendió que se reduce la edificabilidad actual, ya que hasta ahora la dársena tenía una superficie total de 186.000 metros cuadrados, de los que estaban edificados 108.000, lo que supone una proporción superior al 50 %.

Con el Plan que sale a exposición pública, añadió, de 5860.700 metros cuadrados «solo se van a construir 200.000, un porcentaje que no llega al 30-35 % ni de lejos».

Novo indicó que en el planeamiento se establece la posibilidad de los usos terciarios, el carácter dotacional de la zona municipal, y la zona de servicio del Consorcio, que es propiedad del Puerto, pasa a catalogación de uso terciario con una calificación de red primaria de uso portuario.

Además, se permite el uso terciario compatible con los usos náuticos y rotacionales, y se propone una operación de renovación urbana en todo el ámbito con espacios libres sin edificación.

Máximo 30 plantas para un hotel
Sobre la presencia de un hotel de 30 plantas en el espacio, resaltó que lo que marca este Plan Especial «son máximos», de manera que si se quiere hacer un hotel con toda la edificación en altura el máximo serían de 30 plantas, pero también se puede ocupar la parcela con varias edificaciones de menos de 10 plantas, por ejemplo.

«No se obliga a cómo desarrollar esa edificabilidad, sino que se marcan los máximos permitidos según la volumetría y edificabilidad de cada parcela», destacó.

Además, aseguró que el espacio ciudadano «no se reduce en absoluto con el Plan», ya que se ha quitado una barrera que cerraba la dársena, el 75 % del suelo serán espacios libres, y los espacios dedicados a ocio y hostelería «son también de uso y disfrute para los ciudadanos».

«Lo que gana la Marina es que ya no es una zona excluyente o exclusiva» de El Grao y Nazaret, sino «para uso de todos los ciudadanos», concluyó. 

La oposición vota en contra

El grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia considera que el Plan especial de la Marina Real es «un fraude a la ciudadanía y una muestra más de la manera déspota de gobernar» de la alcaldesa, Rita Barberá.

Los socialistas votaron este lunes en contra de la exposición pública del Plan de La Marina, por cómo se ha redactado y porque el plan de participación es «escaso y forzado por las circunstancias».

El concejal del grupo socialista Vicent Sarrià creiticó que «se ha vendido a los vecinos como un nuevo barrio, pero en realidad es un centro comercial, un parque temático del terciario».

Además, aseguró que es un plan «en bruto, que ni concreta ni desarrolla los usos, pero que deja claro que la totalidad de la dársena se destinará a un uso comercial y su único objetivo es generar plusvalía y negocio privado, a pesar de que se reserve espacio para el paseo».

Sarriá dijo en un comunicado que todos lo edificios están destinados a uso comercial, «incluso los que pertenecen al Puerto», y aseguró que el proyecto «casi duplica la actual edificabilidad».

En cuanto a la reserva de espacios libres, se que es «relativa», porque se permitirá «instalar hasta con seis metros de altura bares o cafeterías», e incluso se plantea que la lámina de agua «pueda tener restaurantes o zonas deportivas».

En cuanto al hotel, ha indicado que se reserva «un hito de 30 metros de altura destinado con el argumento fútil de la proximidad al PAI del Grao», y ha denunciado que «no hay nada» destinado a dotaciones públicas.

En opinión de los socialistas, «se pierde una gran oportunidad para recuperar La Marina para los vecinos», mientras que el PP se ha limitado a «instalar edificaciones para hacer caja, sin una visión integral de la zona y de la dársena como espacio para el disfrute de los ciudadanos».

Para Sarriá, se realiza una «ocupación del espacio abusiva que intentan disimular con espacios abiertos», y ha adelantado que su formación seguirá «exigiendo que se parta de cero» a través de las alegaciones al plan.

El plan de participación pública es «pobre de solemnidad, contempla a unos pocos agentes sociales y deja fuera a las entidades vecinales y colectivos del frente de marítimo que son los primeros afectados», concluyó Sarriá.

Por su parte, el portavoz de Compromís, Joan Ribó, manifestó en un comunicado que la renovación de la dársena del puerto «no puede ser un proyecto aislado, tiene que ir coordinada con una revitalización transversal para todos los Poblados Marítimos», y pidió que se abra la Marina real a los vecinos.

Criticó la contratación de la redacción del Plan «sin un proceso abierto y competitivo», así como su contenido, como la construcción de un hotel de 30 plantas y de tres edificios de seis metros de altura delante los tinglados del Puerto, edificios protegidos.

El portavoz del grupo Esquerra Unida, Amadeu Sanchis, votó en contra de que se someta a información pública el Plan Especial de la Marina Real Juan Carlos I por considerar que este proyecto «descarta definitivamente» que la fachada marítima no se convierta en «una zona de explotación económica a espaldas» del resto de la ciudad.

A su juicio, es un proyecto «megalómano y alejado de la realidad, que ha superado las peores y más pesimistas expectativas para esta zona de Valencia». 

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