Una leyenda del baloncesto universitario visita La Fonteta

Las historias de las cenicientas siempre cautivan al mundo del deporte, y esta es una de las más bellas que ha dibujado el baloncesto universitario norteamericano. Situada en una de los centros neurálgicos del baloncesto, Indiana, la pequeña Universidad de Butler saltó a la fama a nivel mundial en 2010 cuando comenzó a pasar rondas en el campeonato universitario. Tanto es así, que fue la gran atracción de la Final Four de 2010 celebrada en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis. Los Bulldogs de Butler eliminaron en la semifinal a Michigan State y se midieron en la final contra la poderosa Duke.

El paso de Butler a la gran final de la NCAA suponía la llegada a este partido de la Universidad más pequeña de la historia de la competición, desde que en 1985 adoptara el formato de 64 equipo en su fase final. El triple desde medio campo que hubiese completado la historia de Cenicienta lloró en el aro pero no quiso entrar y Duke ganó la NCAA.

Al año siguiente parecía que Butler no podría repetir su éxito del año anterior pero volvió a meterse en la Final de la NCAA que esta vez se disputaba en Houston. Butler tuvo una segunda opción de obrar el milagro, pero no pudo tumbar a la Connecticut de Kemba Walker.

Por su carácter competitivo y calidad, el alma de aquel equipo de Butler era el ala-pívot Matt Howard. Tras acabar su periplo universitario dio el salto a Europa. Olympiacos, Ludwigsburg y Roanne fueron sus primeros equipos antes de enrolarse esta temporada en el rival del Valencia Basket de este miércoles, el Ratiopharm Ulm.

El entrenador asistente del equipo alemán, Jesús Ramírez, cuenta sobre Howard que “puede jugar en las dos posiciones interiores bastante bien, no es muy grande pero tiene condiciones para jugar de cinco. Es un jugador que me encanta, que siempre lo da todo en cada entrenamiento. Yo creo que puede llegar a ser lo que se esperaba de él. Ha tenido problemas de lesiones y no ha podido tener continuidad en los equipos, ojalá nosotros podamos darle esa estabilidad”.

Sin embargo, Matt Howard también tiene relación con el Valencia Basket. El entrenador que dirigió desde el banquillo a Howard y el resto del equipo de Butler a dos finales de la NCAA de manera consecutiva fue Brad Stevens. Este verano se convirtió a los 36 años en la persona más joven en convertirse en entrenador jefe de una franquicia NBA al comprometerse con los Boston Celtics con un contrato de seis temporadas. Y si su pívot en Butler era Matt Howard, en los Celtics Stevens se encontrará con un pívot rookie que ha volado a la NBA directamente desde la Fonteta, el hispano-brasileño Vitor Faverani.

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