Tapian el centro social del Grao, 11 años de abandono

El centro social del Grao amaneció hace unos días tapiado. Tras 11 años paralizado, pendiente de una rehabilitación intermitente que nunca llegó a fin, y víctima de constantes saqueos, es la solución que la última empresa adjudicataria ha encontrado ante los innumerables sucesos, quejas vecinales y su incapacidad de seguir adelante con el proyecto.Puerta tapiada.

Está situado entre las calles Industria y Jerónimo Monsoriu ha sufrido la ocupación constante y robos (metales, instalación eléctrica, materiales de construcción de todo tipo…), un foco de «abandono» del barrio. Así lo denuncia la Asociación de Vecinos Marítimo-Ayora que ha denunciado a Ayuntamiento y Generalitat la situación durante todos estos años.

Fuentes de la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte confirmaron a VLC News este martes que se trata de un edificio de su propiedad destinado a que la propia conselleria y el Ayuntamiento desarrollaran actividades y dispusieran de espacios para prestar servicios sociales para los ciudadanos. El inmueble fue cerrado en 2003 por aluminosis y no fue hasta 2007 cuando la Generalitat anunció su rehabilitación.

La empresa adjudicataria «se encuentra en concurso de acreedores» y avisó a la Conselleria de que habían procedido al tapiado «para evitar nuevos saqueos y que fuera mayor la inseguridad de inmueble», especificaron fuentes oficiales. Según explicaron a este periódico desde la Conselleria, «existe ya otra empresa interesada en tomar el relevo de la anterior y en cuanto lleguen a un acuerdo se retomarán las obras».

Instalaciones interiores desvalijadas.

El nombre de esta sociedad no fue facilitada y desde Cultura afirmaron «no saber el plazo de tiempo del que hablamos, pero sí existe una intención clara de continuar que sólo depende de un acuerdo».

Hasta hace unos días la puerta aparecía «reventada y sin bisagras» y muros con butrones, huecos a través de los cuales los cacos se colaban y todavía permanecen en el patio interior montañas de materiales acumulados y sin destino.

«Sigue siendo dando vergüenza el abandono del proyecto pero al menos el interior queda protegido de robos», explicaron desde la asociación de vecinos. En su día el edificio ofrecía actividades deportivas, Educación Infantil y formación para adultos. Los residentes reclaman que la recuperación sea inmediata y que se contemple la cesión total (son siete plantas de edificio) al Ayuntamiento para poder prestar servicios de proximidad, así como la Universidad Popular y un centro para jubilados (son 1.000 asociados sin sede en el barrio).

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