¡Todos contra el PP!

La estrategia hábilmente elaborada desde la oposición socialista pretende hacer coincidir en la calle todas las protestas que por diferentes motivos hay ahora activadas contra el PP. No importa la razón o el argumento que plantean estas protestas, en unos casos más justificadas que en otros. Lo importante es el ruido que meten y la capacidad de trasladar esa protesta al resto de los ciudadanos que puedan sentirse solidarios o simplemente agraviados por otros motivos.

El PSOE, Compromis, EU  y los responsables de organizar estas protestas pretenden también forzar la agenda del Consell y, sobre todo, del Presidente Alberto Fabra, para generar la percepción ciudadana de que el PP está contra las cuerdas y no sabe por dónde tirar. Puig, Moreno, Morera y Sanz son expertos en estrategias políticas, aunque no les hayan funcionado electoralmente hasta ahora. Y no en vano esta mañana Rubalcaba le ha dicho a Ximo Puig que la reconquista del Gobierno empieza por Valencia.

Esta misma estrategia fue implementada por el PP en los últimos años del gobierno de Felipe González, cuando en Madrid se hicieron coincidir protestas desde los agricultores, ganaderos o mineros, generando una sensación de caos, coincidente con el nivel más alto de la corrupción en España con Roldán, Filesa  y demás en las pantallas.

De ahí la insistencia de los trabajadores de RTVV por acudir a los actos que organiza Presidencia de la Generalitat, con el fin de atraer el foco sobre la protesta por el cierre de Canal 9. Más pronto que tarde la protesta de Canal 9 coincidirá con la del Metro, los discapacitados, los maestros o cualquier otra para generar un gran descontento. La calle es de ellos y la van a ocupar permanentemente.

La estrategia es imparable porque hay caldo de cultivo. Aunque puede volverse en contra de los convocantes de las protestas si hay alteraciones callejeras. El tercio de la población española que no está afectada por la crisis no entiende este formato de movimientos en la calle. De ahí las dudas sobre el resultado electoral de esta estrategia. Queda mucho para las elecciones.

En el balance de las últimas semanas está claro que gana esta estrategia y el PP está arrinconado. No sabe quitarse el problema de las manos y pretende obviar lo que pasa con la defensa a ultranza del cumplimiento de su deber histórico. Mientras no sea capaz de marcar la agenda política y ofrecer algo nuevo y atractivo a los ciudadanos, la calle tiene la palabra.

 

 

 

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