Se vendió como una de las mejores ciudades empresariales de Europa. Sus edificios están destinados a albergar oficinas, lofts, apartamentos turísticos y locales comerciales. Lo cierto es que, por ahora, sólo podemos encontrar dos cafeterías y alguna que otra empresa que alberga allí su sede.
A partir del próximo marzo es fácil que peinetas, moños, manteletas y flores desfilen por las calles desiertas de esta ‘ciudad fantasma’. La comisión fallera 390 se convertirá así en el primer monumento fallero del pequeño ente urbano en manos de un banco, el Sabadell.
VLC NEWS ha hablado con algunos de los trabajadores de la zona, quienes no dan crédito a que una falla vaya a plantarse en una zona cuyo único compañero de tardes y noches es el silencio. Según una de las trabajadoras de Cruz Roja, le ha extrañado mucho la noticia ya que “som quatre i el de la guitarra”, según afirma.
La dueña de L´incontro Café explica que desconoce el tema fallero y que “no hay tanta gente como nos gustaría, pero la hay”. La propietaria añade que los trabajadores de la zona acuden a su bar a almorzar o a comer y no entiende como lo llaman ‘ciudad fantasma’. “Están los de Ono, Cruz Roja, hay una comisaría y yo hace dos años podía aparcar, ahora me es imposible”, señala de manera expresiva.
Por el contrario, el responsable de la cafetería Maui, vecina de L´incontro, declara que el tema de la nueva comisión le produce risa. “No sé a quién se le ha podido ocurrir la idea de montar aquí una falla”. Además, el dueño aclara que “hay menos ocupación que hace un año. Aquí no hay nadie”.
Sin nadie que vigile y pregunte, VLC News se adentró por el interior de uno de los edificios del complejo. El apelativo de ‘ciudad fantasma’ le viene como anillo al dedo. Las fincas están prácticamente vacías. Una capa de polvo cubre los rellanos. Apenas entra la luz del día. Unos timbres van y otros no. Nadie abre las puertas. Al fondo de un corredor se adivina una especie de sótanos a los que muy pocos se atreverían a bajar.
El próximo martes se sabrá, de forma definitiva, si Valencia contará con un monumento fallero más en el censo o no. Pero en el caso de que la resolución sea positiva, sus falleros –emigrados de otras comisiones de los alrededores– se convertirán en los repobladores de Ciudad Ros Casares y su monumento, en la primera falla poligonera de Valencia.