Una academia de toreros y personas

En el fútbol nos fijamos en la cantera, al fin y al cabo, son los jugadores que animaremos en unos años. En el tenis, ocurre lo mismo. Queremos ver cómo se entrenaba Nadal y cuáles fueron los pasos de David Ferrer hasta llegar a ser el número 3 del mundo. Pero, ¿cómo nace una figura del toreo? ¿Nace o se hace? Aprovechando el XXX Aniversario de la Escuela de Tauromaquia de Valencia nos acercamos a conocer a los jóvenes valencianos que, en unos años, llevarán por bandera el nombre de nuestra ciudad y serán mundialmente conocidos.

Haciendo balance de los treinta años de la Escuela, Isidro Prieto, Diputado de Asuntos Taurinos, afirmó durante el acto: “estoy tan contento, tan satisfecho y tan seguro de que lo que hacemos está bien que hasta mis hijos vienen para aficionarse, conocer la cultura y empaparse de los principios que aquí se fomentan. Formamos profesionales del toreo y, sobre todo, personas”. 50 son los alumnos que quieren ser toreros pero, más de un centenar de jóvenes entre 9 y 23 años, acuden a la Escuela de Tauromaquia de Valencia a formarse en los valores propios de la Fiesta como son el respeto, la dedicación, el esfuerzo, el sacrificio o el trabajo.

Las promesas del toreo se forman en Valencia 

En Tendido Joven hablamos con alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia que nos respondieron a algunas preguntas sobre el tiempo que dedican a la lidia y sus planes de futuro. Esta afición conlleva mucho sacrifico y esfuerzo para los jóvenes que, durante el curso escolar, tienen que compatibilizar el colegio con las clases de tauromaquia. “Nosotros le dedicamos todo el día, ya que siempre estamos practicando, pero a la Escuela venimos cuatro horas de lunes a viernes” nos comentaba Jonatan Gordon, alumno de la escuela. Los pupilos valencianos, dividen sus clases en dos grandes vertientes: teóricas y prácticas con el fin de cumplir su sueño, ser torero.  Además, cuentan con la intervención de matadores de toros profesionales en el papel de docentes que imparten lecciones sobre todos los aspectos de la lidia, su organización, técnica o historia, entre otras materias. Roberto Beltrán, un joven de 18 años alumno, sueña con llegar a ser un buen matador de toros y cruzar todas las ferias: «esa es la ilusión que tiene uno desde pequeñito» comentaba el joven.

Además, el director de la Escuela, Manolo Carrión, añadió durante el encuentro que “también exigimos a los alumnos que traigan sus notas del colegio, ya que no queremos que descuiden el colegio en ningún momento. Por este motivo, muchos padres confían en nosotros e inscriben a sus hijos para que les sirva como acicate en su vida.”

El director de la escuela y matador de toros, Manuel Carrión, haciendo balance de estos 30 años expresó que «no ha podido ser más positivo», con una nutrida base de aprendices, becerristas y novilleros que han dado el salto a los carteles  gracias a la Escuela de Tauromaquia de Valencia, cuna de estrellas del toreo.

Alumnos, Isidro Prieto y Manolo Carrión coinciden: a los jóvenes les gustan los toros, prueba de ello no sólo los 30 años de la Escuela de Tauromaquia sino también la proliferación de asociaciones juveniles que, como Tendido Joven, trabajan cada día por dar a conocer y promocionar la Fiesta.

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