El caqui y la naranja se alían contra el veto ruso

Una nueva campaña sobre la fruta de temporada valenciana, pretende fomentar el consumo de caquis, granadas y cítricos con el objetivo de paliar los efectos del veto ruso a la fruta española. ‘Quin Comboi’, iniciada por la Generalitat, acercará las propiedades de estas frutas para conseguir aumentar el consumo, aunque los agricultores siguen hablando de la regulación de precios.

Sortear el veto ruso a la fruta valenciana, ese es el objetivo de la nueva campaña lanzada por la Generalitat, que bajo el lema ‘Quin comboi’ pretende promocionar el consumo de frutas de temporada, sobre todo de caquis, granadas y cítricos. Con un presupuesto inicial de 500.000 euros, esta campaña, que finalizará el día 19 de diciembre, se verá reforzada por otra acción similar de ámbito estatal que prepara el Ministerio.

Según ha indicado el vicepresidente y titular de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, José Císcar, se trata de que «todos los valencianos sean conscientes de que tenemos que defender lo nuestro en todos los aspectos y uno muy importante es consumiendo nuestros productos, que son de primerísima calidad y no tienen nada que envidiar a productos de ningún otro país o región española».

En la misma presentación, a la que ha asistido el jefe del Consell, Alberto Fabra, Ciscar ha remarcado el compromiso del Consell por defender los intereses de la agricultura valenciana y reclamar, si es necesario, que «se prorroguen las ayudas hasta febrero para que se pueda cubrir la campaña de naranja».

La campaña se llevará a cabo en los diferentes medios de comunicación, así como en eventos, como el Maratón de Valencia donde el pasado fin de semana dio inicio la campaña, ya que en la feria del corredor se repartieron caquis de la Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer y cítricos de la Indicación Geográfica Protegida de la Comunitat.Además seropiedades de la fruta de temporada valenciana, y en la meta, una malla con caquis Persimon.

Esta medida se complementará con «una campaña muy potente de fruta en las escuelas en 2015», organizada conjuntamente con el sector y con una asignación en los presupuestos autonómicos de 135.000 euros.

Según ha apuntado, España ha retirado el 20 por ciento de las cerca de 59.000 toneladas de cítricos autorizadas, un 12 por ciento en la Comunitat, y «si no se está haciendo un uso masivo es porque la medida está siendo eficaz para mantener precios y evitar una caída».

El titular de Agricultura ha defendido que «lo importante son medidas de promoción y comercialización para saber vender productos por todo el mundo», en un contexto en el que el veto ruso genera «triangulaciones en el mercado» por los espacios dejados por los países que cubrirán la cuota de producto que exportaba la UE a Rusia.

Desde el punto de vista de los productores, el presidente de la sectorial hortofrutícola y representante de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunitat, Cirilo Arnandis, ha destacado el apoyo recibido de los Gobiernos central y autonómico y guarda la esperanza de que esta nueva campaña consiga incrementar el consumo aunque «estas medidas se deberían haber aplicado de una forma más importante desde Europa porque lo que no se promociona, no se vende». «El marketing es, con y sin veto, el futuro de la producción hortofrutícola valenciana», ha subrayado.

Arnandis ha añadido que «las medidas no son suficientes pero las adoptadas hasta ahora están dando resultados aceptables» y las ayudas de la Unión Europea para retirada del mercado de productos afectados por el veto ruso suponen «una válvula de escape», aunque «al agricultor sólo le llega el coste de la recolección y poco más».

Además, Arnandis ha  recordado que el perjuicio del veto va más allá del porcentaje de producto que se deja de exportar a Rusia, que es «ínfimo» si se compara con el mal que se llega a recibir en términos de bajad a de precios. «El veto ni está acabado ni se ve un futuro inmediato de que se abra el mercado», ha aseverado el representante del sector, quien ha remarcado que «Rusia es el mercado natural de Europa» y de ahí el «daño importante que está produciendo al sector hortofrutícola» señala.

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