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Los Chiringuitos de la Malvarrosa valoran su renovación

La Asociación de Restaurantes de Playa Malvarrosa (Aremar) ha valorado el trabajo realizado esta legislatura para que la ciudad de Valencia «pueda renovar, actualizar y tener un paseo marítimo viable que sea referente a nivel internacional».

En un comunicado, ha destacado hitos como la constitución de una Comisión Mixta de Trabajo, la aprobación de una nueva Ley de Costas con «avances sustantivos en aspectos esenciales que afectan a los llamados chiringuitos», la promulgación del nuevo reglamento de Costas y la tramitación de nuevas concesiones, que está «en su última fase».

Sobre este último punto, desde Aremar indican que en las nuevas concesiones se prevé una ocupación a cota 0 de 243 metros cerrados, más 70 de terraza descubierta, más 213 metros cuadrados en primera planta.

La asociación considera que «el objetivo no ha sido desdecir las decisiones de la legislatura anterior, dando más metros de concesión porque sí, por el mero hecho de contradecir las decisiones de la anterior legislatura», sino «objetivizar el problema y clarificar el sistema» de concesiones, autorizaciones y permisibilidades.

MÁS COMPETITIVO, DE MAYOR CALIDAD Y SIN COSTE PÚBLICO

Para Aremar, se pretendía dar «seguridad jurídica, claridad y nitidez a las concesiones» y «hacer un frente marítimo menos duro, más ecológico, competitivo, aumentar la calidad del servicio, mantener el tejido social y económico y hacer viable el proyecto, sin coste para la administración».

De la legislatura anterior, mantienen que «significó una inflexión en las concesiones que no aportaba nada cualitativo o de valor añadido, sólo la reducción injustificada de los metros de ocupación de las concesiones».

Así, han aludido a la reducción en 200 metros cuadrados de los locales, que obligaba a derribar 100 metros de comedor y quitar más de 100 de terraza descubierta que tenían desde 1993 y que, tras una «fuerte reivindicación», se dejó en 150 metros, con autorización para tener 50 metros de terraza descubierta y 163 de local construido.

Al respecto, han reprobado que «no se aseguraba la continuidad de los concesionarios, familias asentadas de siempre», con «grave peligro de destrucción del tejido social y profesional históricos» y expectativas de continuidad en el tiempo «reducidas a un máximo de 15 años».

Desde Aremar tildan de «absolutamente falsa» la argumentación de que «los chiringuitos eran concesiones contrarias a la anterior ley de Costas» y mantienen que esa norma «establecía unos mínimos de ocupación (150 m2) pero preveía una ocupación superior, la que estimara la administración, atendiendo a la excepcionalidad de las playas».

En el caso de La Malvarrosa, subrayan que esa excepcionalidad «está reconocida por todas las legislaturas anteriores, a partir de la fecha del otorgamiento de las concesiones en 1993» y que, hasta 2010, cuando se ordenó y llevó a cabo el derribo, la ocupación fue de 163 metros cuadrados de superficie edificada y más de 100 metros de terraza.

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